Aprender a leer a los 65 años

La carrera de Pedagogía en Educación Básica de la sede Valdivia de la U. San Sebastián impartió un programa de alfabetización donde se le enseñó a leer y a escribir a ocho adultos mayores del Centro de Salud Familiar Jorge Sabat, Región de Los Ríos, con el fin de que las personas lograran un mejor cuidado de su enfermedad.

Jueves 12 de febrero de 2015

Aprender a leer a los 65 años
escrito por Bastián Garcés y Diario Austral de Valdivia.

Cosas que pueden parecer tan simples como leer los titulares del diario, los nombres de los contactos en el celular o del medicamento que recetó el doctor, son una tarea casi imposible de realizar para el 1,4% de la población chilena que no sabe leer ni escribir.

Entre las consecuencias que tiene la ausencia de estas capacidades se encuentra una peor calidad de vida, especialmente en el área de la salud ya que, por ejemplo, las personas no pueden seguir de manera adecuada los tratamientos médicos o no pueden controlar de la forma correcta sus enfermedades crónicas.

Bajo este marco alumnas de las carreras de Pedagogía en Educación Básica, y de Nutrición y Dietética de la Sede Valdivia de la U. San Sebastián comenzaron en diciembre del año pasado un proyecto de alfabetización, en el que participan ocho adultos mayores del Centro de Salud Familiar Jorge Sabat de la Región de Los Ríos.

Una enseñanza personalizada

El proyecto se caracteriza por tener una metodología personalizada, debido a que es un grupo reducido, lo cual ha facilitado que los adultos mayores aprendan a leer y a escribir, pero este plan no sólo ha mejorado la calidad de vida al entregarles herramientas que antes no tenían, sino que además ha revitalizado su día a día. Tal como señala María Carrasco (59), una de las participantes, “desde que vengo temprano a clases y tomo aire fresco, me ha cambiado la forma de ver la vida porque siento que tengo menos limitaciones”. Otro resultado indirecto de esta intervención es la sociabilización, sobre este tema María agrega emocionada que “se me ha abierto mi mundo, ya no estoy tan encerrada”.

Estos avances no hubieran sido posible sin la participación e inquietudes de las alumnas que comenzaron este proyecto. La alumna de Pedagogía en Educación Básica de la USS, Nhalashtka Dinamarca explica que “hay que ser enfáticos al decir que las personas mayores no tienen ninguna dificultad para aprender a leer; lo principal es ser constantes. Si bien leer genera autonomía en todo ámbito, nuestro principal objetivo ha sido que puedan desenvolverse bien al aplicar sus tratamientos médicos y nutricionales”.

Un trabajo originado por las estudiantes

Otra característica que destaca del proyecto es el origen de la iniciativa: las estudiantes y el carácter interdisciplinar que reúne a estudiantes del área de la educación y de la nutrición. Al respecto la directora de Nutrición y Dietética de la USS, Pamela Fehrmann, explica que tres estudiantes de su carrera participan del proyecto, quienes durante su internado profesional atendieron a los pacientes del curso, y que desde esa experiencia nació la inquietud de crear una intervención. “Las mismas estudiantes vieron la necesidad del curso de alfabetización, ya que las pacientes tenían problemas para continuar con las prescripciones de los tratamientos al no saber leer”.

Mientras que la directora de la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la misma universidad, Claudia Contreras, destacó que el trabajo rescata lo mejor y más hermoso de su profesión que es la entrega y el servicio por la comunidad. “La rigurosidad sistemática, en este caso de la aplicación de la metodología para la enseñanza de la lectura y escritura", agregó la directora de carrera al referirse a la forma en que se desarrolla el curso. Finalmente indicó que esta intervención apunta a que los adultos mayores puedan leer sus carnet de atención, recetas y planes nutricionales elaborados por otros especialistas, entre otras actividades, para que mejore su calidad de vida.

Continuidad para este 2015

Los buenos resultados de este proyecto, que se realiza los días martes y jueves en el Cesfam Jorge Sabat, se reflejan en los mismos adultos mayores que participan de este. María al hablar sobre este punto dice “lo he pasado súper bien, me he sentido excelente con las niñas. Son excelentes, me han ayudado, ya sé firmar mi nombre, me sirve para todo”. Una realidad completamente distinta a la que se enfrentó Nhalashtka hace unos meses. “Llegaron sin saber nada. Fue sorprendente ver cómo se comunicaban creando sus propios códigos de lenguaje geométricos; en el celular un triángulo podía ser el número de un hijo”, recuerda y agrega que “ahora en sólo ocho clases ya relacionan sílabas y leen palabras”.

La directora de Nutrición y Dietética valoró mucho este avance y además la motivación de las alumnas, al decir que “es importante destacar la capacidad de las estudiantes  en lograr pesquisas, en relación a las necesidades personales de los pacientes, enriqueciendo el desarrollo y fortaleciendo la atención integral en la comunidad”.

Sobre el futuro Nhalashtka está esperanzada, ya que explica que al comienzo no sabían cómo se iba a desarrollar el curso pero que ha sido exitoso. “La planificación que hacemos entre los estudiantes y el vínculo que generamos con los adultos mayores que es fundamental para hacer un buen trabajo”, explica sobre los pilares del éxito. “Estamos conscientes de que el curso era una necesidad, por lo mismo es ideal que este programa tenga continuidad”, recalca la estudiante al hablar sobre el anhelo de poder extenderlo a otros Cesfam de la Región de Los Ríos durante este año.

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