Lo más difícil para los niños y jóvenes por estos días, es volver a la rutina escolar. Esto implica volver a dormir y levantarse temprano, cumplir una jornada escolar regularizada, deberes, preocupaciones y responsabilidades propias del proceso, todo muy distinto a estar de vacaciones.

Es por ello que la familia cumple un rol importante en este proceso previo. Se recomienda volver a la rutina escolar cumpliendo con al menos 8 horas de sueño e incorporando a los niños en el proceso de compras de uniforme y útiles escolares, para que tanto el niño como la familia vean un ámbito positivo en el proceso de iniciación a clases, en lugar de algo rutinario y aburrido.

Es muy bueno demostrar entusiasmo ante la etapa escolar que comienza el niño, ser positivo en el proceso, motivarlo con la idea de volver a encontrarse con sus amigos, profesores, lo nuevo que aprenderá, etcétera, siempre en un ambiente de alegría y positivismo.

Asimismo, los hábitos de estudio son fundamentales en toda etapa escolar, por tanto, comenzar desde marzo con la organización de horarios y actividades diarias.

Por ejemplo, el estudiante llega a casa después de la jornada escolar, descansa y luego realiza las actividades que posea, como terminar ejercicios de clases, leer, repasar o investigar en internet temáticas que se estén abordando. También puede jugar con algún software o recursos online en temáticas escolares, para luego ordenar la mochila y todo lo que corresponda para el día siguiente. De esta manera le quedará tiempo para disfrutar con la familia y/o amigos.