Reconstruir y resucitar el sector salud

El ausentismo laboral, la pérdida de productividad, el incremento de las esperas por una atención y cirugías, la mortalidad de pacientes en dichas esperas, la conflictividad gremial y los cogobiernos, los deterioros de los indicadores de inmunización, de detección real y notificación de HIV, la deuda hospitalaria histórica entre otros, hacen tener un diagnóstico crudo, con pronóstico reservado y tratamiento muy difícil de abordar.

Jueves 18 de mayo de 2017

Reconstruir y resucitar el sector salud
escrito por

Luis Castillo, decano medicina USS

Llama la atención que en las postrimerías del gobierno se difundan hechos y elementos descartados durante su plena vigencia. En concreto, se decidió pedir un estudio al Banco Mundial respecto a las asociaciones público privadas (concesiones hospitalarias) por parte de autoridades sectoriales, y han aparecido testimonios de otras figuras adhiriendo públicamente a esta forma de financiamiento de construcción de infraestructura, tan menospreciada al inicio de este mandato.

Al mismo tiempo aparecen propuestas para reformar la Atención Primaria de Salud (APS), nuevas medidas de corte interministerial para mejorar índices de obesidad, diabetes e hipertensión arterial, es decir, todo lo que no se realizó o que más bien, se paralizó y fue obstruido en forma regresiva y explícita con gran ideologismo, están tratando de florecerlo como una manera de suavizar el término de esta administración.

Lo llamativo y poco creíble es que quienes ahora apoyan estas ideas son las personas que en su momento las desecharon a todo evento. Aun no visualizan que detrás de cada detención, hubo miles de chilenos perjudicados, cuya necesidad en salud es creciente, su libertad de elegir nula y su paciencia a estas alturas mínima.

En esa línea, conocidas fueron las razones ideológicas que pararon las concesiones, retrasando en cuatro años la construcción de hospitales de al menos cinco recintos destinados a albergar más de 2 mil camas en su conjunto. El Sótero del Río es un ejemplo, cuyo proyecto estaba licitado y ad portas de toma de razón de Contraloría General de la República, para comenzar a edificarse en una de las áreas de mayor magnitud poblacional y con una carencia absoluta de infraestructura.

El Plan de Hospitales 20/20/20 retrasará en forma absoluta la disponibilidad de camas agudas que tanto necesitan los chilenos. Mirado desde la perspectiva de las necesidades y número de camas para resolver problemas, esta iniciativa ha sido un fracaso. Los montos asociados a dicha inversión no serán nunca más de US$ 2.500 y no 4.000 como lo hubiésemos deseado y que tanto se publicita.

El ausentismo laboral, la pérdida de productividad, el incremento de las esperas por una atención y cirugías, la mortalidad de pacientes en dichas esperas, la conflictividad gremial y los cogobiernos, los deterioros de los indicadores de inmunización, de detección real y notificación de HIV, la deuda hospitalaria histórica entre otros, hacen tener un diagnóstico crudo, con pronóstico reservado y tratamiento muy difícil de abordar.

Lo mismo sucede con el uso parcial de becas para financiar especializaciones médicas y odontológicas.

Se deberá entonces reconstruir y resucitar el sector salud sin falsas expectativas y con hechos concretos, reales, sin ideologías espurias que incrementan el sufrimiento social especialmente en el área de la provisión pública, lo que incluye la infraestructura, el financiamiento y la estabilidad de la salud nacional.

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