Una persona que está buscando un empleo, ya sea que está desocupada o bien porque esté en la búsqueda de nuevos horizontes, frecuentemente se verá enfrentada a una entrevista laboral. Afrontar esta situación suele ser difícil desde varios puntos de vista.

Entre estos aspectos podemos mencionar: el someterse a una evaluación, no solo de las competencias laborales, sino que prácticamente de toda la persona; que de esta entrevista dependerá la elección del candidato al puesto y que son muchos los elementos fuera del control personal.

Por tanto, aquel que se enfrenta a esta situación debe contar con algunas fortalezas para desenvolverse exitosamente. Estas fortalezas están básicamente en dos líneas: la primera considera los aspectos que dependen de sí mismo y la segunda es la perspectiva que posea sobre lo que realmente se evalúa en estas entrevistas.

Aspectos que dependen de sí mismo:

• La presentación personal (escoger el mejor atuendo según el tipo de empleo al que se postule);
• Prestancia y seguridad en sí mismo
• Preparar la entrevista (en términos de elaborar algunas respuestas a preguntas tipo y conocer a la organización a la que se postula);
• Mostrar interés y entusiasmo (participación activa en la entrevista, por medio de lenguaje corporal y formulación de preguntas).

Acerca de lo que se evalúa en la entrevista:

• Averiguar quién le realizará la entrevista (una empresa externa, un headhunter o un entrevistador corporativo);
• Investigar a qué tipo de entrevista se verá enfrentado (tradicional, por competencias, tipo assesment, etc.);
• Considerar que la elección del candidato no pasa necesariamente por la calidad de la persona, sino más bien por la adecuación de sus características al perfil del cargo que se busca completar, por tanto, el control sobre esta variable es relativamente bajo.