Sin embargo, quiero poner atención en la adecuada implementación que requieren los cambios. No nos olvidemos que grandes políticas públicas se han visto truncadas por limitada información o por las particularidades de los establecimientos educacionales. Especialmente, porque esta medida significa un desafío importante para los establecimientos en términos de la implementación. No podemos dejar fuera de la ecuación el déficit de profesores. Y lo más importante es que no pueden ser nuevamente los colegios vulnerables los que salgan perjudicados. No podemos hacer políticas públicas que aumenten la brecha.

Si bien la idea es partir con estos cambios en 2020, el gobierno debe considerar un proceso progresivo en la implementación. Será un proceso complejo, que probablemente no todos los colegios puedan realizar con la misma agilidad, entendiendo que existen limitaciones.

No solo hay un déficit proyectado importante de profesores, sino también se está forzando al sistema a cubrir una serie de cambios de manera paralela. No olvidemos que están cambiando los estándares en la formación inicial, que los criterios de acreditación variarán y que a partir de este año aumenta el puntaje de admisión para las carreras de Pedagogía. El proceso progresivo es necesario.

Ana Luz Durán Báez

Decana Fac. Ciencias de la Educación