El último estudio sobre la Carga Mundial de Enfermedad realizado por la Universidad de Washington mostró un importante avance para Chile: bajó el consumo de tabaco. 

Según el reporte, entre 2005-2015 la prevalencia de fumadores chilenos se redujo para ambos sexos: 0,6% para mujeres y 1% para hombres, transformándose así en uno de los 18 países que más rápidamente disminuyó la tasa diaria de tabaquismo. El informe destaca sí que, si bien el descenso fue importante, el país todavía requiere mejoras.

En ese sentido, expertos advierten que si bien avanzamos en baja de consumo de tabaco, está fue menor que la que mostró el promedio mundial. “No hay tomárselos tan optimistas los resultados recientemente conocidos, si bien es cierto que hay disminución, lo que disminuimos está por debajo de lo que cayó mundialmente la prevalencia, por tanto, seguimos estando lejos de las metas”, indicó a especialista en educación en salud de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián, Alejandra González.

Pero su principal preocpación son los jóvenes. De acuerdo a las últimas mediciones del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), la prevalencia de consumo de tabaco en escolares ha disminuido, lo que se atribuye a las restricciones de la Ley de Tabaco que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados. Sin embargo, los estudiantes chilenos siguen encabezando el ranking de los jóvenes más fumadores de la región. 

La docente de la USS apuntó a seguir trabajando en “políticas públicas en adolescentes sobretodo de estratos bajos y medios y poner ahí el acento. Esto se revierte con educación en salud, ya que las medidas que se han instalado en nuestro país han dado resultados, sin embargo, todavía no es suficiente porque las muertes a causa del tabaco siguen siendo las más importantes”.

Por su parte, el director del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS), de la USS, Manuel José Irarrázaval, aseguró que para atacar este problema en adolescentes “lo que realmente ayuda son políticas educativas, de muestra el daño que el tabaco genera y ayuda a las familias de niveles más vulnerables, pero también el tema tributario, de hacer su consumo más cara las cajetillas y también se ha demostrado un buen efecto en estas políticas de prohibir el consumo de tabaco en restaurantes, espacios públicos cerrados y otros”.

Añadió que “no hay ningún país que haya tenido resultados exitosos per se. La mayoría de ellos han hecho combinaciones de cosas”, para que los adolescentes eviten el consumo de tabaco o retrasen su consumo, ya que esto favorece una menor dependencia.