Señor Director:

Antes de las vacunas y después de las vacunas. Así podemos analizar, transcurridos tres años desde el primer caso de Covid-19 en Chile, la respuesta al impacto de esta enfermedad, tanto en nuestro país como en el mundo entero.

En Chile, fuimos testigos de un despliegue sanitario nunca antes visto, que incluyó, entre otras estrategias: la labor de miles de funcionarios de la salud; una inédita colaboración público - privada, permitiendo con mucho éxito asegurar el acceso oportuno a una cama UCI a quién lo necesitara, junto a una potente estrategia de testeo a nivel nacional acompañada de una extensa red de laboratorios.

Si bien continuamos en pandemia, la respuesta sanitaria que podemos entregar hoy no es la misma que se tenía durante el primer año del coronavirus. Esto gracias a un trabajo anticipado y planificado del gobierno que logró adquirir tempranamente las vacunas necesarias para proteger a toda la población objetivo, logrando un brillante y reconocido proceso de vacunación masiva que nos permite, hoy 3 de marzo, ver en retrospectiva el real impacto, trabajo y resultados que tuvo Chile al enfrentar esta enfermedad luego de tres años.

Sintámonos orgullosos de cómo una nación unida y solidaria pudo dar respuesta a una de las crisis sanitarias más grandes que haya visto la humanidad, sin dejar de lamentar profundamente la partida de miles de compatriotas y ciudadanos.

Una pandemia que nos permitió avanzar y unirnos como país tras un objetivo en común, junto con relevar el importante rol del Estado, fortalecer la salud como un derecho y crear sólidos cimientos para enfrentar en el futuro cualquier nuevo embate de la naturaleza.

Ver Carta al Director en El Mercurio