Bruxismo en niños: ¿cuándo consultar?

No es normal que un niño apriete o rechine los dientes mientras duermen y puede estar asociado a múltiples factores como psicológicos y alteraciones del sueño entre otros. Conoce el detalle en la siguiente nota.

Viernes 6 de octubre de 2017

Bruxismo en niños: ¿cuándo consultar?
escrito por

Cecilia Pesce, académica y directora del Diplomado de Oclusión, U. San Sebastián

El bruxismo es una actividad repetitiva que realizan los músculos elevadores de la mandíbula que se caracteriza por el apriete y/o rechinamiento de los dientes. Se ha escuchado que el rechinamiento o apriete dentario de los niños durante el sueño se considera algo “normal” propio del crecimiento y desarrollo. Sin embargo, hoy se discute sobre esa aseveración, y la recomendación es que sean evaluados por un dentista cuya especialidad sea trastornos temporomandibulares y dolor orofacial.

¿Por qué? es importante hacer la distinción de un bruxismo de sueño y en vigilia (cuando se está despierto), ya que si bien ambos se relacionan a múltiples factores, se desarrollan bajo procesos diferentes. El bruxismo de sueño en los niños es lo que más se ha estudiado y por lo que más consultan los padres.

¿Cómo saber si estamos en presencia de un niño con bruxismo de sueño?

Para detectar si un niño padece bruxismo de sueño es fundamental el reporte de los padres o del niño confirmando su rechinar o apriete de dientes durante la noche, junto con que el paciente presente algún grado de fatiga o de cansancio a nivel de la mandíbula. En relación a los desgastes dentarios, no son un buen predictor en el caso de los niños, porque “podemos estar frente a facetas de desgaste de tipo corrosivas (ácidos) o por abrasión que en el caso de los dientes temporales (comúnmente conocidos como dientes de leche) tienen una resistencia a la abrasión menor que el de los adultos. 

A continuación, los factores asociados a mayor riesgo de presencia de bruxismo de sueño en niños:

Psicosociales

El reporte de bruxismo en niños es casi 4 veces mayor cuando presentan en conjunto con trastornos psicológicos. Se ha visto que el 40% de los niños con problemas conductuales y de atención presentan bruxismo de sueño. En niños de 6 a 11 años el bruxismo de sueño está asociado a rasgos de personalidad con altos niveles de estrés, ansiedad, tensos y confrontacionales. Conductas similares se vieron asociadas en adolescentes de 12 a 17 años, siendo la conducta ansiosa y antisocial los más fuertemente asociados. Por tanto, se puede presumir que el estrés y la ansiedad se encuentran asociado al comportamiento de bruxismo del sueño en niños.

Trastornos del sueño

Una de las patologías importantes de pesquisar en un niño con bruxismo de sueño es  la apnea/hipoapnea obstructiva del sueño (SAHOS)  que se considera un  trastorno del sueño en donde el niño, por periodos cortos de tiempo, puede dejar de ingresar el flujo de aire total o parcialmente debido a causas centrales o de obstrucción de la vía aérea superior. Cerca de la mitad de los niños con SAHOS presentan  episodios de bruxismo de sueño. Esto, hace que el sueño sea fragmentado y no exista un descanso reparador.

¿Cómo identificar a un niño SAHOS? Presenta ciertos síntomas: roncador, respirador bucal, mandíbula pequeña, enuresis nocturna (evacuación involuntaria de la vejiga durante el sueño), amígdalas grandes y/o adenoides, irritabilidad, múltiples despertares durante la noche, sueño durante el día (hipersomnia diurna), obesidad infantil.

Otras asociaciones que han sido estudiadas

Reflujo gastroesofágico, exposición al humo del cigarrillo, alto consumo de cafeína (se indica que más de 1.000 mg de cafeína semanal en niños se asocia a mayores niveles de ansiedad), medicamentos como el metilfenidato (utilizado para la hiperactividad).

Lo más importante es que los padres consulten al especialista, puesto que el bruxismo de sueño es multifactorial y es importante ver posibles patologías que coexistan y puedan estar respondiendo a la presencia del bruxismo de sueño en niños.

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