Chile tiene una carga impositiva global que asciende a 27% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 34,7%. Sobre la base de ese antecedente, y la necesidad de financiar las políticas sociales anunciadas, es que el gobierno presentó la nueva Reforma Tributaria. 

Según explicó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, esta reforma permitirá aumentar la recaudación fiscal en 4,1% del PIB cuando esté en completo funcionamiento y se implementará de manera gradual, facilitando la adaptación de los contribuyentes. 

¿En qué consisten los cambios? 

La reforma anunciada incluye medidas que: reducen exenciones tributarias, modifican el impuesto a la renta y combaten la elusión y evasión fiscal. Además, se crea un impuesto a la riqueza y se introducen indicaciones al proyecto del royalty minero que se tramita actualmente en el Senado. 

Para ello, la reforma se estructura en cuatro proyectos de ley, dos de las cuales se presentarán al Congreso durante julio, mientras que los restantes se concretarán a finales de año. 

Empresas

La reforma contempla, una reducción de tasas corporativas, el impuesto de primera categoría disminuye de  27% a 25% y se crea un nuevo impuesto denominado "Tasa de Desarrollo" de 2% que las empresas podrán descontar si acredita que ha destinado parte de sus inversiones a financiar proyectos relacionados a Innovación y Desarrollo (I+D), entre otras que impliquen inversión en productividad.

En cuantos a las MiPymes se crea régimen especial para nuevas empresas y aquellas que se formalizan, a través de incentivos tributarios al pago de facturas en 30 días; se facilita la transición al régimen general para Pymes que crecen y reducción de límite de renta presunta en tramos, en un plazo de 4 años.

Personas

El 97% de las personas naturales mantendrán su tasa de impuestos en el Global Complementario. Sólo se afectará para aquellas con ingresos superiores a los $ 4 millones. 

Se reducirán los costos de cumplimiento tributario eliminando casilleros en las Declaraciones, certificados y Declaraciones Juradas.

Las personas podrán deducir de su base imponible del impuesto personal el gasto por arriendo con un tope de $450.000 al mes, así como el gasto asociado al cuidado por niños menores de 2 años o de personas con grados de dependencia severa, con un tope de $550.000 al mes.

Se limita la exención del pago de intereses hipotecarios a un crédito. El gasto deducible por exenciones se restringe a 23 UTA ($15.500.000) y se crea un registro de beneficiarios finales con participación sobre 10% en la propiedad de una empresa.

Implicacias

Sobre las implicancias de estas medidas, el ex subsecretario de Hacienda y decano de la Facultad de Economía y Negocios de la U. San Sebastián, Alejandro Weber, indicó que "la pregunta es: ¿aún cuando la sociedad civil y el sector privado se involucren, con cuánto se sumará el Estado, cómo vamos a reducir las ineficiencias del Estado, cómo vamos a reducir la burocracia para que todos los recursos vayan directamente a quienes más lo necesitan, por ejemplo para mejorar la Pensión Garantizada Universal (PGU) que hoy día tiene un monto de 193 mil pesos y que llega a dos millones de personas sobre 65 años".

Agregó que "la pregunta es si este es el mejor momento para avanzar en una reforma tributaria, y por qué. Con el precio del dólar disparado, con un crecimiento a la baja y con una inflación alta, hay demasiada incertidumbre que no afecta a los grandes inversionistas, sino a la clase media y a los sectores más vulnerables. Una reforma tributaria lo que hace es profundizar la incertidumbre; por lo tanto una proyección de recaudación en torno a los 4 puntos del PIB es probable que no se logre si no somos capaces de generar medidas pro inversión y pro crecimiento. Menos crecimiento y menos inversión significan menos empleo y menos recaudación para el Estado, para poder implementar buenas políticas públicas".

• Presentación Reforma Tributaria (6.662 KiB, pdf)