El caso MasVida y la reforma aún pendiente

El caso de la Isapre debería reposicionar la discusión y avanzar en consensos para construir una reforma integral al modelo de salud, que lo haga más equitativo, eficiente y transparente.

Jueves 9 de marzo de 2017

El caso MasVida y la reforma aún pendiente
escrito por

Mario Fernández, vicedecano Facultad de Medicina USS

A propósito de las dificultades económico-administrativas por las que está atravesando la isapre MasVida, cabe recordar que aún está pendiente una necesaria reforma al sistema. Es efectivo que las últimas encuestas de satisfacción usuaria, califican de manera positiva las prestaciones de estas aseguradoras, sin embargo, las críticas al modelo aún están latentes no solo en la percepción ciudadana, sino también en los foros académicos y en el ambiente político sanitario.

Entre las críticas recurrentes, se plantea que las isapres son selectivas, poco transparentes y de comportamiento arbitrario, privilegiando el interés comercial por sobre la calidad de las prestaciones a sus afiliados.

Recogiendo estas críticas ya el año 2010, en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, se formaron comisiones de estudio para una reforma que concluiría en la puesta en marcha de un “plan universal de salud". El 2015, bajo la actual administración, la entonces ministra de Salud también anunció una reforma. Ambas iniciativas nunca se concretaron y la tan anhelada reforma a la salud aún espera su turno.

Con cerca de 3 millones de afiliados y un gasto per cápita de casi 1.300 dólares, las isapres lograron durante el 2016 utilidades cercanas a los 40 mil millones de pesos.

La crisis financiera del holding empresas MasVida, gatillada principalmente por los resultados de las clínicas que opera la empresa, ha golpeado fuertemente a la Isapre, afectando de manera directa a sus casi 600 mil afiliados, quienes están siendo discriminados al solicitar prestaciones en clínicas y hospitales, debido a la cesación de pago de la Isapre a prestadores médicos e institucionales.

La reciente intervención de la Superintendencia de Salud, que ha designado fiscalizadores al interior de la Isapre y ha congelado los traspasos de afiliados, es una medida de urgencia para proteger a los usuarios y detener el éxodo de asegurados observado recientemente. Este éxodo podría dificultar un eventual traspaso de la cartera de clientes de MasVida a otra aseguradora, afectando de manera particular a los casi 180.000 afiliados que registran pre existencias.

Más allá de esta crisis, el impacto mediático que está generando debiera servirnos para reposicionar la discusión y avanzar en consensos que nos permitan construir una reforma integral a nuestro modelo de salud, que lo haga más equitativo, eficiente y transparente, que dé mayor libertad de elección a usuarios cautivos y que asegure calidad, oportunidad y contención de costos. En definitiva, una mejor salud para todos.

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