Columna cristian chavez

Lunes 5 de marzo de 2018

El Glaucoma, es una de las patologías oculares más relevante en los últimos años ya que es la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo, afectando a más de 61 millones de personas en todo el mundo, de las que 7 millones han perdido ya completamente la visión. Según la World Glaucoma Association, se estima que en el año 2020, la cifra de personas afectadas a nivel mundial será cercana a los 80 millones. De ellas, dos terceras partes serán mujeres.

En Chile, más de 350 mil personas podrían estar afectadas de esta silenciosa enfermedad.

La neuropatía óptica glaucomatosa o llamada comúnmente Glaucoma, es una enfermedad asintomática, multifactorial, neurodegenerativa del nervio óptico y en la mayoría de los casos, ocurre por un aumento de la presión intraocular, dañando el nervio óptico y por tanto la visión.

La ausencia de síntomas por parte de las personas, es el principal problema de salud que tenemos los profesionales de salud visual para detectar esta enfermedad. Esto hace que el foco de detección de la enfermedad sea realizada en el momento del control o atención en salud. Al momento de acudir a la atención oftalmológica, el profesional Médico Oftalmólogo o Tecnólogo Médico mediante un examen podrá medir la presión ocular, lo que puede evitar hasta el 95 por ciento de los casos Glaucoma. La posterior evaluación y tratamiento que es llevado por el Médico Oftalmólogo, requiere examenes complementarios y controles periódicos que el facultativo indica.

El desconocimiento general de la enfermedad y de sus consecuencias irreversibles la hacen más peligrosa, ya que puede terminar en una ceguera irreversible. Esta enfermedad no conduce a la muerte pero no por esto deja de ser un problema de salud pública grave, ya que se transforma en una enfermedad crónica en la que, la persona que la padece, puede perder la visión de manera lenta y progresiva, teniendo que, en casos de ceguera, re adaptar su vida y su entorno para ser independiente. Una vez diagnosticada la enfermedad por el Médico Oftalmólogo, el tratamiento puede ser farmacológico o quirúrgico. En casi la mayoría de los casos es posibe detener casi completamente el daño en el nervio óptico.

La presión ocular elevada puede desencadenar procesos que acaban en una muerte acelerada de las células nerviosas. Si comparamos al nervio óptico con un cable que transmite las imágenes percibidas por el ojo hacia el cerebro, en el interior del cable hay miles de millones de filamentos de cobre que transmiten el impulso eléctrico. Esto hace que la medición del número de esos filamentos o células nerviosas del nervio óptico, proporcione información muy valiosa para la decisión para que junto a la evaluación del campo de visión (prueba estructural y funcional) el médico tratante pueda tomar la mejor decisión clínica. En la neuropatía óptica glaucomatosa o Glaucoma, ocurre que los  “filamentos del cable” se cortan silenciosamente hasta que se secciona de forma total.

Existen factores de riesgo como: Presión intraocular elevada, alta miopía, ser mayor de 40 años y antecedentes de familiares que padezcan la enfermedad. Actualmente en algunas clínicas es posible también evaluar marcadores genéticos que indican la posible presencia de glaucoma en una familia, o la rapidez de la progresión de la enfermedad, pero lamentablemente estos examenes aún no son de fácil acceso.

Hoy en día, existen examenes exploratorios de avanzada tecnología para detectar signos que son manifestaciones de la enfermedad. Uno de ellos es la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) que estudia el nervio óptico y permite entregar al Médico información para el diagnóstico y tratamiento del glaucoma. Mientras antes sea el diagnóstico, mejor será el pronóstico de esta enfermedad.

En resumen, neuropatía óptica glaucomatosa o Glaucoma, es una enfermedad degenerativa, silenciosa que no tiene síntomas, que produce un daño irreversible y, si no se detecta y trata, llevará a la ceguera. Acudir a controles oftalmológicos con profesionales de la salud visual como es el Médico Oftalmólogo y el Tecnólogo Médico permitirá medir la periódicamente la presión intraocular y realizarse chequeos oftalmológicos a partir de los 40 años ó antes si se tiene alguno de los factores de riesgo anteriormente descritos.

Sin duda, la visión es muy importante en la vida de cada persona. Debemos acudir a tiempo y evaluar si alguna enfermedad silenciosa nos la está quitando.

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