Al conmemorarse el Día Internacional del Parkinson este el 11 de abril, vale la pena plantear algunas reflexiones. A través de la comunicación expresamos emociones y opiniones utilizando el lenguaje, habilidad característica del humano, apoyándonos en nuestra voz, herramienta valiosa para lograrlo. Esto es posible gracias a distintas funciones cognitivas alojadas en nuestro cerebro, fuente de toda acción y pensamiento que queramos llevar a cabo.

¿Y si perdemos estas habilidades o nuestra voz se apaga? ¿Y si las palabras, memoria o el cuerpo nos abandonan? Estas son preguntas frecuentes, sobre todo cuando este diagnóstico se presenta, avanzando de manera distinta en cada uno. Lo más conocido es el temblor y en ocasiones una voz baja y/o la falta de expresión facial, mientras otros síntomas esperan su momento para marcar presencia.

Es un proceso neurodegenerativo originado por la falta de producción de una sustancia química (dopamina) a nivel cerebral, encargada de regular los movimientos y estados anímicos de las personas. La desesperanza frente a una carga tan pesada es normal, no tan sólo para el paciente, sino para todo su entorno.

No tiene cura, pero se puede sobrellevar bastante bien con la ayuda de un equipo multidisciplinario de profesionales del área de la salud que pueden mejorar la calidad de vida de estas personas. Los fonoaudiólogos nos encargamos de mantener las habilidades cognitivas que nos permiten desenvolvernos en el día a día, comunicarnos y resolver problemas. También nos encargamos de la funcionalidad de nuestro sistema fonador para utilizar nuestra voz, acompañándola con el trabajo facial que nos permita demostrar sentimientos y cambiar esa “cara de enojado” que destaca en esta condición.

En Concepción existe GRUPARFA, institución sin fines de lucro, donde trabajamos con más de cien personas en condiciones similares, brindando orientación, intervención clínica y apoyo para quien lo requiera. El Día Internacional de la Enfermedad de Parkinson nos recuerda lo valientes que hay que ser para seguir enfrentando lo que nos presenta la vida.