Salud mental: Ignorancia psiquiátrica de los chilenos

La sociedad chilena sufre de una “ignorancia psiquiátrica”, ya que se suele creer que: asistir al psicólogo es para locos; los “esquizofrénicos” nos pueden matar en cualquier momento; a los depresivos, si se quieren matar, que lo hagan. Esto, pese a que algunos trastornos están muy presentes en la población, por ejemplo, en un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel latinoamericano somos el país con mayores índices de depresión.

Miércoles 22 de junio de 2016

Salud mental: Ignorancia psiquiátrica de los chilenos
escrito por

Víctor Ponce, estudiante de enfermería USS

Los últimos hechos en materia de salud mental en nuestro país, nos muestran una realidad imparable si no se actúa en lo inmediato. Qué pena ver todo el prejuicio que sufrió Franco, la persona que se lanzó a la jaula de los leones en el zoológico metropolitano. Me refiero a prejuicio, ya que es una afirmación antes de conocer las circunstancias del hecho.

El adolescente  lo más probable es que esté sufriendo una enfermedad de salud mental (al parecer sería delirio religioso) además de haber tenido una vida, a lo menos difícil: padre con adicción al alcohol, sufrió la muerte de su madre a los 12 años y él y sus 8  hermanos fueron internados en un centro de Sename. Ante esto, cambia el panorama, sin dejar de lado el hecho ocurrido, debemos centrar nuestra atención en dos elementos: Sename y Salud mental.

Si el joven estuvo internado  en un centro de Sename durante 7 años, ¿qué programas se llevaron a cabo al interior de su centro?, ¿Se realizó pesquisa temprana de problemas de salud mental, quizás coordinando con algún Cosam cercano?, ¿El Sename estará cumpliendo a cabalidad la misión de la institución o solo es un lugar donde los niños y adolescentes están todo el día y funciona como internado? Este Servicio ha estado últimamente en la palestra por la muerte de una niña al interior de un recinto, además de recibir acusaciones de agresiones en algunos centros, por lo que requiere de una reestructuración urgente, tanto en su estructura como en su planificación.

En cuanto a salud mental, la sociedad chilena sufre  de una “ignorancia psiquiátrica”, ya que se suele creer que: asistir al psicólogo es para locos; los “esquizofrénicos” nos pueden matar en cualquier momento; a los depresivos, si se quieren matar, que lo hagan. Esto, pese a que algunos trastornos están muy presentes en la población, por ejemplo, en un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel latinoamericano somos el país con mayores índices de depresión.

Si queremos que hechos como los ocurridos ese fatídico día no se vuelvan a repetir de esta ni de ninguna forma, debemos partir por un cambio, ¿cómo? desde la educación a las comunidades sobre las patologías mentales (ya que su desconocimiento es un factor relevante en la baja empatía y ayuda que se presta a estas persona), y  sobre el acceso a la atención en salud mental en la Atención Primaria en Salud, puesto que la prevención y la consulta oportuna facilitan el abordaje y evita que la alteración prosiga a trastornos psiquiátricos graves. En ese sentido, un tratamiento psicoterapéutico previo entregado por el Sename a Franco habría anticipado conductas como estás, pero claramente esto no ocurrió. Además es necesaria una reestructuración de los servicios y organizaciones que centren su desempeño en la niñez y adolescencia, ya que estas edades son cruciales en el inicio de varios trastornos de salud mental.

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