Reforma al financiamiento del sistema de salud

Es indispensable enfrentar el tema en forma cuidadosa, evaluando las propuestas con el objetivo fundamental de ofrecerle a los chilenos, especialmente a los de menores recursos, una mejoría en el acceso a la atención de salud.

Domingo 28 de abril de 2019

Reforma al financiamiento del sistema de salud
escrito por

Manuel José Irarrázaval, director de IPSUSS.

Después de varios años de discusión y comisiones de expertos, finalmente el gobierno envió al Congreso una propuesta de reforma de salud, focalizada en el financiamiento del sistema.

Predeciblemente se han producido inmediatamente múltiples y apasionados comentarios, de un proyecto que casi nadie conoce en detalle y que será discutido en profundidad en el parlamento, donde con seguridad sufrirá modificaciones.

Por lo tanto, es indispensable enfrentar el tema en forma cuidadosa, evaluando las propuestas con el objetivo fundamental de ofrecerle a los chilenos, especialmente a los de menores recursos, una mejoría en el acceso a la atención de salud.

Los condicionamientos ideológicos no deben impedirnos llegar a acuerdos impostergables, como los que hasta ahora nos han paralizado, impidiendo avanzar.

La propuesta gubernamental se refiere al sistema Isapres y al Fonasa. El primero atiende el 20% de los chilenos, en general los más ricos, que eligen libremente adscribirse a él, y que teniendo la opción de retirarse, continuan, dado que estiman que los servicios recibidos son mejores que los del sector público.

Pienso que nuestra preocupación principal entonces debe centrarse en Fonasa, donde está el 80% de los chilenos. Y para ello, la propuesta del gobierno es muy favorable. Se proponen varias medidas, entre las cuáles cabe destacar:

1)  Se otorga a Fonasa la autoridad respecto a la gestión en la atención de los pacientes. Actualmente es una “caja pagadora”, estando la gestión de la atención en los directores de hospitales o servicios clínicos. Esta nueva atribución, permitirá al seguro público recurrir a aquellos prestadores que satisfagan mejor las necesidades de sus beneficiarios, o incluso recurrir a prestadores del sector privado. Esto ya ha sido criticado como “privatización del Fonasa”, pero si el criterio primordial está dado por el bienestar de los ciudadanos, no parece una objeción válida.

2)  Se le autoriza a aumentar el tope de la bonificación en la Modalidad de Libre Elección (MLE) bajo la cual se atendieron durante el 2018 más de 5 millones de personas. Esto claramente facilitaría el acceso a más prestadores elegidos libremente por los usuarios.

3)  Se le otorgan atribuciones para gestionar precios preferenciales para medicamentos, abriendo una novedosa oportunidad de disminuir el enorme gasto de bolsillo a que los chilenos estamos enfrentados.

4)  Se le entregan recursos y atribuciones para medidas de protección y prevención en salud, indispensable frente al acelerado envejecimiento de la población.

5)  Establece coberturas financieras especiales para tratamientos e intervenciones de alto costo.

El proyecto también introduce cambios al sistema Isapre, siendo el más relevante el establecer, un “ Consejo Técnico de expertos”, nombrados desde el Sistema de Alta Dirección Pública, quienes establecerán un Plan de Salud Universal, que permitirá comparar fácilmente las diferencias de precios que propongan los Isapres.  

Este consejo determinará el esquema de compensación solidario entre las Isapres, de modo de eliminar la discriminación por sexo y minimizar las por edad y patologías previas, suprimiendo así la condición de cautivos, para quienes deseen cambiarse.

Se establecen deducibles voluntarios en 3 tramos y un copago de hasta 20% una vez pagado el deducible pactado.

Adicionalmente, se establece un monto máximo a pagar al año, en relación al ingreso familiar.

Cada una de estas y otras medidas, obviamente serán discutidas detalladamente, por lo tanto no es razonable hacer juicios categóricos en este momento, pero si ponderar cuidadosamente sus efectos directos y colaterales, y avanzar inteligentemente con la clara prioridad de ofrecer una mejor atención de salud a los chilenos, que desde el Plan AUGE hace 2 décadas, no teníamos una oportunidad cierta de mejorar nuestros sistemas de salud.

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