El largo camino de Chile para cumplir meta OMS en reducción de tabaquismo

Pese a los progresos en cuanto a espacios públicos libre de humo, mayores impuestos al tabaco y prohibición de publicidad, la alta tasa de consumo deja a Chile como el país latinoamericano que más trabajo debe hacer para llegar a la meta de 30% de reducción del hábito en el año 2025.

Martes 24 de marzo de 2015

El largo camino de Chile para cumplir meta OMS en reducción de tabaquismo
escrito por Julio Enrique De Villegas

El Atlas Mundial del Tabaco 2015, que acaba de ser publicado, presenta varias novedades con respecto a la edición anterior del año 2012, donde Chile ostentaba el triste récord de ser el país con la mayor proporción de mujeres jóvenes fumadoras en el mundo: 39,9% de las escolares entre 13 y 15 años.
La nueva edición del documento –elaborado por la Asociación Americana del Cáncer y la Fundación Mundial del Pulmón- revela ahora que Chile es uno de los países del mundo que tiene más trabajo por hacer para poder cumplir con la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud, en cuanto a reducir en 30% la prevalencia de tabaquismo en su población de aquí al año 2025.

El desafío para Chile

Según la última Encuesta Nacional de Salud (2010) en nuestro país fuma el 40,6% de los mayores de 15 años. Para cumplir la meta, de aquí a 10 años debería bajar al menos a 28,4%. Este panorama deja a Chile en la situación más exigente de las Américas junto a la Guayana Francesa, y a la par con Rusia, Grecia, Francia e Indonesia (países en verde oscuro en la infografía).

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Por este motivo cobra importancia las iniciativas del Estado, que ha ido adhiriendo a las indicaciones del Convenio Marco de las Naciones Unidas para el Control del Tabaco. En 2013 se puso en vigencia la nueva ley que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, hacer publicidad, y promueve campañas de desincentivo del cigarrillo en los escolares. Y este año tomó impulso en el Congreso un proyecto para prohibir el uso de mentol como aditivo al tabaco e implantar en Chile la cajetilla con etiquetas genéricas, tal como empezó a hacerlo Australia en 2012. La experiencia de ese país con este nuevo tipo de empaques ha sido positiva ya que –pese a los malos augurios de la industria tabacalera, que presagiaba un aumento de la venta ilegal de cigarrillos con etiquetas convencionales- no se ha visto un incremento en el contrabando y venta en mercado negro. 

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Como se ve en el cuadro estadístico del Atlas 2015, ha sido todo lo contrario: la venta ilegal cayó. Además la prevalencia del tabaquismo en los adultos australianos bajó de 15,1% a 12,8% un año después de modificar las cajetillas.

Cigarrillo como causa de incendios forestales

Otro capítulo del nuevo Atlas del Tabaco donde aparece Chile se refiere a los daños ambientales que provoca el cigarrillo, y específicamente los incendios forestales. Tal como se ve en la infografía, la publicación consigna el gran incendio de fines del 2013 en Melipilla, que destruyó 6 mil 900 acres (2 mil 800 hectáreas), y que es la tercera peor catástrofe forestal de este tipo, luego de los incendios de China (1987) y Canadá (2003). 

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Las investigaciones hechas por expertos en Chile determinaron que el fuego se inició a la orilla de una carretera, debido a un cigarrillo arrojado al suelo. Hay que recordar que el incendio forestal causó además una emergencia sanitaria en Santiago, debido a la densa humareda que llegó hasta la ciudad y que duró varios días.

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Las colillas

Según las estadísticas recogidas por el libro, además de los incendios forestales, el tabaco daña el ambiente a través de la deforestación para ampliar los cultivos y la contaminación física que generan las colillas. Este simple y pequeño residuo –que muchos fumadores insisten en arrojar al suelo, incluso sin apagar- se ha convertido en el desecho más frecuente. 

De los 5,8 trillones de cigarrillos consumidos al año, sólo 1,3 trillones de colillas se deposita en un cenicero y finalmente llega la basura. Los otros 4,5 trillones van a parar al ambiente, lo que suma en el mundo una cantidad estimada en 766 toneladas. Es el mayor residuo que aparece en las playas del mundo, según científicos de la Universidad Estatal de San Diego, EEUU.

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El caso de China

El Atlas 2015 revela también que las importantes reducciones de tabaquismo en países que han implementado leyes de control, como Reino Unido, Australia y Brasil, se ven opacadas por el creciente consumo en un solo lugar: China. Las ventas allí son mayores que en todos las demás naciones de bajo y mediano ingreso en conjunto. Y no sólo por el aumento de población.

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Se ha determinado también que en 2013 los fumadores chinos consumieron 22 cigarrillos promedio al día, un 50% más que en 1980. ¿Otra cifra? Uno de cada 3 cigarrillos en el mundo se enciende en China. Por suerte las autoridades locales se han dado cuenta del riesgo de salud futuro y han empezado a tomar medidas. En la capital, Beijing, ya se prohibió fumar en espacios cerrados públicos (tal como en Chile) y se espera que este sea el primer paso hacia una política similar a nivel nacional.

Las dudas del cigarrillo electrónico

Y a propósito de China: en 2004 comenzó en este país un floreciente negocio paralelo al cigarrillo común: el cigarrillo electrónico o e-cigarette. Pero pese a que este país fabrica el 95% de estos productos, su uso local es pequeño. Las exportaciones van principalmente a Estados Unidos y Europa. Por ejemplo, las ventas en Irlanda crecieron 478% sólo en 2013, y en Estados Unidos su comercio movió 2 mil 500 millones de dólares el año pasado.

El producto consiste en un cartucho que contiene un cilindro con nicotina líquida, que se calienta mediante una pequeña batería y permite inhalar su vapor. Los fabricantes añaden otras sustancias, como saborizantes. De hecho, hasta el año pasado, diez años después de su invención, ya había 7 mil 700 variedades disponibles y cada mes aparecen 200 nuevos sabores.

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Algunas personas promueven su uso como alternativa al cigarrillo común, -que quema el tabaco o incluso como paso intermedio para quienes quieren ir abandonando el hábito de fumar. Sin embargo, la preocupación de los expertos en salud es que no se ha hecho estudios científicos acerca de los efectos de esta nueva forma de inhalar nicotina. Incluso se teme que esta alternativa, vista popularmente como "más sana", sea una nueva forma de entrar al consumo de tabaco, o que confunda o retarde la decisión de quienes desean dejar el cigarrillo.
En todo caso, algunos países ya han prohibido la venta de estos productos, como Singapur y los Emiratos Árabes Unidos, y a partir de 2016 la Unión Europea impondrá algunos controles. Por ejemplo exigirá a los fabricantes que informen sobre los ingredientes, los efectos toxicológicos y el proceso de producción.
Por el momento, se trata de un tema en discusión y con mucho camino por recorrer hasta que haya certezas, en uno u otro sentido. Como dicen los autores del Atlas del Tabaco 2015, "por ahora este multimillonario negocio continúa creciendo, a medida que más personas usan los cigarrillos electrónicos por curiosidad, por ganas de dejar de fumar, o como una manera más segura de continuar con su adicción a la nicotina".

El documento (en inglés) está disponible para el público en  http://www.tobaccoatlas.org

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