La prevalencia de obesidad en escolares aumentó de  23,5% a 25,4%, entre 2019 y 2020, según el Mapa Nutricional de Junaeb 2020, siendo lo más preocupante el incremento de la obesidad severa. Esta alza en los indicadores se atribuye al efecto de la pandemia de COVID-19. 

Los niños y niñas más pequeños son los más afectados, ubicándose dentro de los grupos con peor situación nutricional. En prekínder, la obesidad total alcanza un 28,6%, en kínder, un 29,5% y en primero básico un 27,9%. En esos tres primeros cursos, 4 de cada 10 niños con obesidad tiene obesidad severa. 

Samuel Durán, académico de la Carrera de Nutrición de la U. San Sebastián, señala que esta situación puede estar relacionada con varios factores como los cambios de hábitos de alimentación de las familias, el aumento de la frecuencia de las comidas, la escasa actividad física de los niños y los trastornos del sueño. "Es un círculo vicioso, ya que va generando problemas de restricción de sueño y esto provoca alteraciones de hormonas, más apetito, menos ganas de hacer actividad física, lo que termina provocando el aumento de peso".

Más de ocho mil establecimientos educacionales participaron en la medición del Mapa Nutricional Junaeb 2020, que establece los perfiles nutricionales de niños, niñas y jóvenes de prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y 1° medio del sistema público. Dada la suspensión de clases y su reemplazo por aprendizaje remoto, en esta ocasión las propias familias tuvieron un rol fundamental en la medición, levantamiento y entrega de los datos.

"Las niñas tienen menor prevalencia de obesidad total que los niños, lo que se puede deber a que, en esta etapa, las niñas ya comenzaron la pubertad y su crecimiento acelerado; no así los niños, donde más de 1 de cada 3 presenta algún tipo de obesidad (35%)", señaló el director nacional de Junaeb Jaime Tohá.

La autoridad agregó que “vemos una relación muy directa entre vulnerabilidad y obesidad, lo que significa un complejo círculo vicioso pues puede generar consecuencias a la salud, educación, autoestima e ingresos de esas familias en el mediano y largo plazo”.

Tohá indicó que están trabajando en una batería de medidas, como por ejemplo: la disminución del consumo de pan y aumento de fruta y huevos al desayuno a partir de este año en el Programa de Alimentación Escolar, además de continuar incorporando mayores estándares de calidad en los menú a través de platos más atractivos, con mayor frecuencia de productos del mar, productos integrales y legumbres. 

La secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, Daniela Godoy, en tanto, señaló que en la pandemia "las familias han cambiado sus hábitos de alimentación y en algunos casos se ha aumentado el consumo de alimentos ultraprocesados o que no son tan saludables y las porciones de las comidas”.

Aumento en comunas más vulnerables

Los estudiantes del 1er quintil del Gran Santiago (IVE Comunal) tienen un 44% más de probabilidades de tener obesidad que estudiantes de comunas del 5to quintil (6pp más que en 2019).

Otro punto importante que se observa en este informe es que, si bien las regiones australes históricamente predominaban como las de mayores prevalencias de obesidad, en 2020 aparecen fuertemente regiones más del centro-sur, como la Araucanía, Maule, Ñuble y Biobío.