Microbioma perinatal

¿Qué pasa durante el período perinatal? ¿Las comunidades microbianas maternas, influyen en el bienestar y estado fetal, la resolución de la gestación y la predisposición a enfermedades crónicas del recién nacido/da?

Jueves 28 de junio de 2018

Microbioma perinatal
escrito por

Erica Castro, matrona y académica Facultad de Medicina U. San Sebastián

Al referirnos a los microorganismos, generalmente los asociamos a un papel negativo, relacionado a procesos de infección o de toxiinfección en el hombre o en los animales. Sin embargo, muchos sitios anatómicos están constituidos por microorganismos bien caracterizados e interrelacionados con el hospedero, denominados microbiotas. Sólo la del género humano estaría compuesta por 100 trillones de células microbianas, comparado con sólo 10 trillones de células que conforman los tejidos.

Estas comunidades microbianas se interrelacionan armónicamente  y cuando se desregulan, se observan desequilibrios o desbalances, que alteran la homeostasis celular y pueden conllevar a un estado de enfermedad. Esta íntima relación de los microorganismos con el tejido donde habitan y con los factores del huésped, tales como hábitos, genética, edad, área geográfica constituyen el microbioma.

En este contexto cabe preguntarse ¿Qué pasa durante el período perinatal? ¿Las comunidades microbianas maternas, influyen en el bienestar y estado fetal, la resolución de la gestación y la predisposición a enfermedades crónicas del recién nacido/da?

Hasta hace poco, el ambiente intrauterino fue considerado estéril, excepto en el caso de las infecciones asociadas generalmente con resultados adversos del embarazo. Sin embargo, ahora está claro que la placenta tiene su propia microbiota y que esto no está necesariamente asociado a una infección. Es más, la composición de microorganismos que se encuentre en este órgano, se asocia a una gestación fisiológica o a estados patológicos, incluyendo nacimiento prematuro, corioamnionitis o infección de las membranas, diabetes gestacional y síndrome  hipertensivo.

La criatura al nacer no emerge de un ambiente estéril como se pensaba, y en el útero, el microbioma perinatal formado por la triada placenta/líquido amniótico/meconio o deposición fetal, y la microbiota materna, puede tener un gran impacto en términos del desarrollo de la inmunidad, metabolismo y cambios epigenéticos en el desarrollo, que puede predisponer a enfermedades en la edad adulta. Es más, el desarrollo del perfil microbiano durante y después del nacimiento que adquiere la criatura, dependerá del tipo de parto, de la alimentación que recibirá (leche materna o fórmulas) y varios otros factores ambientales a los que esté expuesta.

Por otra parte, en la gestación, la microbiota intestinal materna se altera con el progreso del embarazo. En el primer trimestre, el microambiente del intestino no tiene mayores modificaciones. Pero, ya al segundo trimestre, se observa una abundancia de bacterias específicas, asociadas con parámetros fisiológicos en la madre. Así, la abundancia de algunas actinobacterias, se correlacionan positivamente con los niveles de insulina, y la abundancia de un grupo de bacteroides, está negativamente correlacionada con la presión arterial. Estos resultados sugieren que en la gestación, la microbiota intestinal contribuye de manera significativa al intercambio metabólico observado en la madre y en los resultados, tanto en ella como en su hijo/hija.

En el caso de la microbiota vaginal, esta influye principalmente en el término de la gestación y en aspectos nutricionales del feto. Comunidades bacterianas están asociadas a una respuesta inflamatoria y a un microbioma intrauterino alterado relacionado con el parto prematuro y la restricción del crecimiento de la criatura.

Nos encontramos frente a una nueva visión, cambios de paradigmas y abordaje de la salud perinatal. Hoy se pueden realizar intervenciones maternas, como  manipulaciones en la dieta o la introducción de microorganismos benéficos, que pueden mejorar el pronóstico de la gestación.

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