Si bien aún estamos en primavera, los días calurosos llegaron para quedarse y con ellos las amadas piscinas para poder capear el calor. Y es que es el panorama favorito en esta época, no obstante, se deben tomar algunas precauciones a la hora de disfrutar del agua.

El Dr. Franco Utili, director de la Escuela de Medicina de la Universidad San Sebastián, explica todo lo que hay que saber al momento de bañarse en una piscina.

Uno va a estar expuesto al sol, por lo que hay que llevar todas las protecciones necesarias para la piel. Algún bloqueador solar que sea resistente al agua y repetirlo cada dos horas más o menos.

El lugar que se escoja ir, debe tener todas las medidas de seguridad, que tenga un salvavidas, un sistema de protección en este aspecto y siempre estar vigilando a los niños, porque en 20 cm. de agua pueden tener problemas, porque caen de guatita y pueden quedar con la cara hacia el agua y no poder respirar.

En cuanto a la protección de la piel, indica que los factores solares sobre 30 en general ya no aportan muchísimo más, por lo tanto un factor 50 no va a ser mejor que un factor menor. Pero sí lo recomendable es que sean de una calidad adecuada, puesto que hay otras imitaciones que prometen protección y no lo cumplen realmente.

Un punto importante son las personas que tienen heridas. Si una persona tiene alguna herida lo ideal es que no se bañe. Si bien las piscinas tienen exigencias en cuanto a la calidad del agua y la cloración para tratar de evitar infecciones, si uno va con alguna herida puede estar expuesto a contagiarse de infecciones por culpa de la calidad del agua. Lo mismo para la persona que tiene la herida, lo ideal es que no la exponga en un ambiente húmedo, porque afecta la cicatrización y puede ser peor.

Lo mismo pasa con los tatuajes recientes. Cuando está protegido por un parche, lo ideal es que no se moje. Otro factor importante: si uno tiene una cicatriz reciente, se debe proteger del sol por lo menos seis meses, sobre todo en la cara, porque muchas veces esos pueden dejar alguna cicatriz por exposición solar que después será difícil de borrar”.

En cuanto a la comida, lo ideal es que los niños no entren inmediatamente después de la alimentación en el agua. Se recomienda que uno tenga un tiempo de reposo, deberían ser unos 15 a 30 minutos para poder ir al agua.

Las embarazadas que quieran ir a la piscina deben tomar las mismas precauciones antes descritas, “no tienen mayores contraindicaciones, a menos que por su condición de embarazo, tenga alguna exigencia de reposo, pero habitualmente no tienen mayor problema.