Usamos nuestra voz principalmente para comunicar lo que deseamos, pero también, y aunque no seamos consciente de aquello, la utilizamos para transmitir lo que no queremos.

Para Alejandro Rodríguez, director de la Carrera de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastian, sede Santiago, la voz habla de nuestro estado de ánimo, de cómo nos sentimos internamente. Todas nuestras emocionalidades se marcan en la voz y mucha veces nos traiciona.

“La voz es uno y uno es su voz. Entonces entre más manejo mi voz, más posibilidades tengo de conseguir mis propios objetivos”, dice Alejandro.

Este instrumento se sustenta en dos sistemas: digestivo y respiratorio, donde las características corporales de cada uno influyen en cómo suena nuestra voz. Eso explica la voces más agudas y las más graves.

Escucha el Posdcast en La Tercera