Higiene bucal desde los primeros meses de vida

Será fundamental el hábito de cepillado dental desde los primeros meses de vida. Desde que nacen hay que estar pendientes de que tengan la boca limpia y sin restos de leche. En el caso de los bebés, como aún no han erupcionado los dientes, se deberá limpiar la encía con una gasa húmeda envuelta en el dedo índice del adulto, con la finalidad de ayudar a la estimulación de la mucosa bucal y el reborde gingival.

Jueves 26 de mayo de 2016

Higiene bucal desde los primeros meses de vida
escrito por

Vanesa Puchi, docente de odontología USS

Como es sabido, los hábitos familiares son transmitidos por medio de posturas y actitudes desarrolladas día a día. A través de la rutina, son construidos los hábitos que permanecerán en el futuro. Por eso, se entiende que no se modifica un patrón de comportamiento familiar de forma repentina, sino más bien de a poco podremos ir transformando el comportamiento de una familia con un amplio conocimiento sobre cómo desarrollar una salud bucal óptima. 

Para lograrlo es que se necesitan de todas las medidas preventivas y educacionales en salud bucal. Es por ello, que los conocimientos adquiridos son importantes y se deben transmitir en la forma más clara posible, sobre todo a quienes estarán al cuidado de los niños. 

Debemos también orientar a las madres, educándolas en salud bucal desde el período de gestación del hijo, de esta forma podemos cuidar de ambos, con un seguimiento del pequeño hacia la infancia, llegando hasta la adolescencia, de este modo logramos crear conciencia desde antes que el niño nazca,  para así lograr bocas más sanas a temprana edad, y que esta condición permanezca en el tiempo.

Antes de abordar métodos de higiene bucal, es importante hablar sobre la contaminación y transmisión precoz de bacterias cariogénicas (causantes de la enfermedad de caries); ésta, ocurre  en primera instancia por contacto directo y frecuente entre la madre y el bebé, ejemplo de ello son los besos en la boca, chupar el tete o mamadera y luego pasárselo al bebé, usar un mismo cubierto, etc. No se aconseja realizar estas malas prácticas.  

Para lograr condiciones de salud bucal, será fundamental el hábito de cepillado dental desde los primeros meses de vida. Desde que nacen hay que estar pendientes de que tengan la boca limpia y sin restos de leche. En el caso de los bebés, como aún no han erupcionado los dientes,  se deberá limpiar la encía con una gasa húmeda envuelta en el dedo índice del adulto, con la finalidad de ayudar a la estimulación de la mucosa bucal y el reborde gingival. 

De esta manera, al cuidar la boca del bebé, la madre o el adulto a cargo del menor, estará creando un ambiente sano e ideal para la llegada de los primeros dientes, además de motivar  y educar a los hijos en la creación de hábitos de limpieza bucal. Es decir, comenzando tempranamente con la la estimulación manual de la encía,  será más fácil que el niño se acostumbre a una futura limpieza o cepillado. 

Una vez que ha salido el primer diente se inicia la limpieza con cepillo dental en el mismo. En todo este proceso los padres deben estar conscientes de la importancia del cepillado y también sentirse animados a limpiar los dientes de sus hijos después de cada comida.   

Otro dato importante y a considerar, es que el cepillado de los niños menores de 6 años debe ser realizada por un adulto y no por el menor, ya que no tienen desarrollada aún la psicomotricidad fina (coordinación de movimientos de distintas partes del cuerpo con precisión). Cuando cumple 6 años será el propio niño el encargado de cepillarse sus dientes con la supervisión del adulto que está a cargo de su cuidado. 

Teniendo una buena higiene bucal con una técnica de cepillado adecuada, una dieta equilibrada y visitas periódicas al odontólogo, será la mejor forma para evitar los problemas bucodentales.

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