Paro del sector público, ¿también tuvo ganadores?

No cabe duda que los “pacientes”, lo que menos esperan de su sistema de salud, es que no se les atienda en el momento oportuno. Instante crucial para muchos entre la vida y la muerte, entre el bienestar o el sufrimiento.

Jueves 24 de noviembre de 2016

Paro del sector público, ¿también tuvo ganadores?
escrito por

Soledad Camus, directora enfermería USS

El descontento de los funcionarios públicos por la aprobación del reajuste de 3,2% quizás no se asemeja al dolor físico y emocional de los más de 9 mil pacientes afectados por la pérdida de su hora quirúrgica, o el malestar acrecentado de las más de 40 mil personas a las que se les canceló su hora de atención. 

No cabe duda que los “pacientes”, lo que menos esperan de su sistema de salud, es que no se les atienda en el momento oportuno. Instante crucial para muchos entre la vida y la muerte, entre el bienestar o el sufrimiento.

Sin embargo, la situación de alerta les abrió una puerta a aquellos que sueñan con contribuir a un efectivo y eficiente sistema de salud.  La decisión de asumir la enfermería, es un camino de formación profesional que exige compromiso, entusiasmo y vocación que se va fortaleciendo día a día con estudio y desarrollo personal, pues nunca se debe olvidar que el conocimiento jamás se justificara si no lo ponemos al servicio de las personas que necesitan de nuestros cuidados.

Frente al imperativo social de servir en situación crítica, un grupo de estudiantes de cuarto y quinto nivel de enfermería de la Universidad San Sebastián, asumieron la responsabilidad de incorporarse a equipos de trabajos y aportar desde los conocimientos y destrezas en los que han sido entrenados. Así algunos debieron cumplir turnos de noche y en recintos de alta complejidad.

La dimensión del enfermo no sólo implica el conocimiento en la especialidad médica, sino que su más esencial vínculo es con y frente a la persona y familia en interacción y contacto transparente, sincero, respetuoso con su cuerpo, sus sentimientos y experiencias de vida.

Esta experiencia, además de los entrenamientos clínicos, les permitirá a los estudiantes dar sentido y hacer consciente que, este camino colmado por la pasión por el cuidado y la responsabilidad del trabajo bien hecho, se construye en las salas de clases, en el día a día y con vivencias extremas también como ésta, en donde la excelencia y el máximo respeto por la dignidad humana, deben estar siempre presentes en las distintas etapas y circunstancias.

Es de esperar entonces, que al desempeñarse como profesionales de la salud no olviden esta vivencia y tampoco, que son ellos quienes tienen el deber y la responsabilidad de entregar la salud que los pacientes de Chile se merecen. 

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