El último informe de salud entregado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aseguró que Chile se encuentra muy por debajo de la media en cuanto al número de enfermeras por habitante, llegando sólo al 1,9 de profesionales por cada mil habitantes.

En la actualidad, la salud ocupa la agenda global. Las políticas públicas efectivas que miren la prevención como una estrategia para reducir los altos costos que implica tratar la enfermedad, logran encaminar los objetivos propios del desarrollo en el ámbito de la salud.

Nuestro país por un lado, avanza lentamente por alcanzar una mejor relación enfermera / número de habitantes, y por otro lado, los pacientes y los habitantes tienen más claro sus derechos a exigir calidad en la atención, y oportunidad en situaciones de enfermedad.

Además, la "comunidad" sana se debe fortalecer, a través de la promoción y prevención de la salud, pilar fundamental para disminuir la morbimortalidad. El déficit de enfermeras, se refleja en la concentración en áreas intrahospitalarias, específicamente en la gestión del cuidado del "paciente", dejando un claro déficit en el área primaria de atención.

Las razones de la concentración de enfermeras y egresadas en el área privada e intrahospitalarias se deben a la mejor remuneración, y queda en déficit esta población sana. Desde ese punto de vista se invierte más en tratar la "enfermedades" que en aumentar el sueldo de las enfermeras y las condiciones laborales.

Con el aumento explosivo de escuelas de enfermería en los últimos años, se pudiera estimar que para el futuro pueda existir incluso una saturación de la carrera.

Pero ¿cuál es la real distribución del número de enfermeras en la población?, si estamos bajo el umbral deseado, ¿cómo se puede mantener de igual manera la calidad en la atención y cuidados seguros? ¿Cuál es la real importancia que le da el Estado y las políticas actuales a invertir en profesionales de enfermería como una estrategia de desarrollo y de disminución de costos?

El problema es los escases de enfermeras o ¿el desconocimiento real del gran aporte y la necesidad inminente de cuidados profesionales para los habitantes de este país?

La escasez de enfermeras pone en riesgo una atención de enfermería integral, segura y de calidad. En efecto, se observa con mayor frecuencia que profesionales de otras disciplinas, y también auxiliares y técnicos, asuman funciones de la enfermera. El problema se torna crítico si se consideran las condiciones epidemiológicas actuales que generan mayores necesidades de cuidado, el envejecimiento profesional y el compromiso con la calidad en salud.

Finalmente concluir que la escasez de personal sanitario y su distribución geográfica desigual suponen importantes obstáculos a la consecución de los objetivos de desarrollo relacionados con la salud.