Diversos estudios demuestran que los chilenos no somos buenos lectores, aunque leamos una gran cantidad de libros, las cifras dicen que lo hacemos por obligación, a los niños los obliga el colegio y  a los adultos, el trabajo.

Leer no es simplemente decodificar signos escritos,  es “construir por sí mismo el sentido de un mensaje”, para lo cual necesariamente debe producirse un encuentro entre el mundo del lector y el del autor.

Pero ¿por qué es tan importante la lectura para los niños y los adultos? Está directamente asociada al lenguaje, y éste no sólo nos define como seres humanos sino también las relaciones fundamentales que establecemos con la realidad interior y con el mundo que nos rodea (Alliende y Condemarin, 1982).

Cuando los niños son pequeños al estimular las habilidades del lenguaje, favorecemos su pensamiento y también los aprendizajes en las distintas áreas del conocimiento. Por otra parte, cuando los niños leen se estimula su creatividad, enriquecen su vocabulario, amplían la adquisición de información, pueden conocer y valorar otros mundos muy distintos al propio.

Ahora, reconociendo la importancia de los hábitos lectores en los niños, es muy relevante tomar conciencia de que, si bien es cierto la escuela tiene un papel fundamental en la adquisición de la lectura, no menos importante es el rol de la familia.

El gusto por la lectura es algo que los niños pueden desarrollar  en su hogar cuando en éste se valora la lectura como un medio no sólo de aprendizaje sino de entretenimiento, existen libros disponibles y se dedica tiempo a leer. En este sentido, se ha señalado la importancia  que las actitudes y comportamientos de los integrantes de la familia hacia la lectura tienen en la formación de los hábitos lectores infantiles (Fernández, García y Prieto, 1999; Moreno, 2002). 

En estudios realizados para confirmar esta relación, se ha constatado la mayor presencia de hábitos de lectura entre alumnos cuando se fomenta por parte de los padres (Fiz y otros, 2000).

Estimular la lectura en los niños puede significar que en un futuro tengamos personas no sólo mas conocedoras sino también más conscientes de la existencia de realidades diversas, por ende, más respetuosas y tolerantes de la diversidad. Por ello es importante valorar la compra de libros tanto o más que la compra de juguetes en nuestro hogar.