La abuelita Eliana, o como ser sana y viejita

Esta mujer de 85 años comenta como el desafío que significó participar en este concurso le cambió completamente su vida. “Estando en mi casa me dolía por aquí, me dolía por allá...".

Martes 27 de enero de 2015

La abuelita Eliana, o como ser sana y viejita
escrito por

Jaime Mañalich, director Instituto de Políticas Públicas en Salud U.San Sebastián.

Un curioso sentimiento de solidaridad se vivió en nuestro país, cuando la abuelita Eliana, participante del exitoso programa “Master Chef” fue eliminada, luego de un desempeño prolongado y exitoso.

Esta mujer de 85 años comenta como el desafío que significó participar en este concurso le cambió completamente su vida. “Estando en mi casa me dolía por aquí, me dolía por allá. Me cansaba, tenía que ir al médico a cada rato, gastar plata comprándome remedios y me dolían las caderas cuando subía una escalera. Ahora no”.

¿Qué es lo que produce este sentimiento de solidaridad con doña Eliana Hernández y sus 85 años?

El panorama de la vejez en Chile está cambiando rápidamente. En pocos años más la población de adultos mayores será superior a la de los jóvenes menores de 15 años. Saber de personas que superaron los 100 años será cada vez más frecuente. Pero la vejez suele ser sinónimo de soledad, pobreza y enfermedad. Por eso, ver una viejita hermosa, saludable, y entusiasta nos alegra tanto. Eso es lo que merecen y deseamos para quien lo ha dado todo por nuestro país y por su familias. Eliana menciona que gracias al programa de TV, su vida social cambió, que su ánimo cambio, y todo esto por sentirse útil, ser tomada en cuenta, ser querida y en definitiva sentirse útil en la vida una vez más.

Hoy día la edad de jubilación en las mujeres es a los 60 años. Después de eso, un mundo de soledad y pobreza. Es posible que haya que aumentar este tope en concordancia con el aumento de la expectativa de vida. Así, se podría  ahorrar lo suficiente para tener una jubilación digna.

Sin embargo, este periodo adicional de trabajo tiene que ser fecundo, y hay que prepararse y hay que capacitar a nuestros adultos para que puedan desarrollar tareas nuevas, como tan bien ha demostrado la abuelita Eliana. ¿Qué sacaríamos con que las mujeres que jubilan hoy a los 60 años agreguen 5 años más de cesantía?

Un punto relevante: de lo único que se queja Doña Eliana es del gasto en remedios. Tiene razón; este escándalo debe resolverse, y los medios para hacerlo ya existen.

No es frecuente que veamos en los medios noticias esperanzadoras y felices; pero un titular que señala “antes solo tejía en mi casa, ahora me siento regia” vale más que 100 denuncias, conflictos o dificultades.

Un gran testimonio. Gracias abuelita Eliana.

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