Incorrecto uso de sillas para autos genera falsa sensación de seguridad

De acuerdo a estudios internacionales, sólo el 18% de los niños lesionados en accidentes de tránsito llevaban correctamente instalados los Sistemas de Retención Infantil. El 80% de los usuarios reconoce que nadie, a la hora de comprarlos, les enseñó la correcta elección, ni el uso e instalación.

Sábado 13 de diciembre de 2014

Incorrecto uso de sillas para autos genera falsa sensación de seguridad
escrito por

Felipe Meneses,director Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente, U. San Sebastián,

A pocas semanas de iniciar las vacaciones, muchos ya preparan sus itinerarios veraniegos. En estos preparativos es relevante preocuparse de los Sistemas de Retención Infantil, es decir, las sillas para automóviles.

Con amplia oferta en grandes tiendas, supermercados y comercios especializados, los padres se ven enfrentados a un bombardeo de modelos, tipos, precios, diseños, colores y tamaños que hacen que la elección sea compleja.

Lo esperable es que un tema tan sensible sea abordado de manera responsable por quienes proveen y adquieren estos productos. Sin embargo, la realidad dista mucho de eso.

Padres desinformados y que priorizan aspectos económicos y vendedores que no cuentan con una formación mínima para asesorar en la correcta selección e instalación de las sillas en el vehículo son habituales.

De acuerdo a estudios internacionales, sólo el 18% de los niños lesionados en accidentes de tránsito llevaban correctamente instalados los Sistemas de Retención Infantil. El 80% de los usuarios reconoce que nadie, a la hora de comprar las sillas, les enseñó la correcta elección, ni el uso e instalación.

Un informe de la ONU (2012) reafirma lo anterior e identifica como causas basales de las lesiones, la selección incorrecta de este tipo de implementos, no considerando al menor y a sus necesidades, además de la fijación y uso inadecuados.

Lo anterior implica centrar la discusión en la calidad y claridad de la información de seguridad disponible en esta materia y también sobre la idoneidad de los vendedores, quienes, salvo excepciones, basan su discurso en aspectos secundarios como costo y diseño estético, por sobre las certificaciones, seguridad y confort que estos dispositivos proporcionarán a los niños.

Ahora bien, aunque tuviéramos la suerte de encontrarnos con un excelente asesor en la compra, aún quedaría sin cubrir la instalación de la silla y la sujeción del niño a ésta.

Algunas tiendas ofrecen la instalación, lo cual soluciona el problema solo temporalmente, ya que se asume que por distintas razones (limpieza, aumentar capacidad de pasajeros, re ajuste u otros) la silla es sacada del vehículo, por lo que es primordial que los adultos aprendan a instalarla correctamente y al niño en ésta.

El desafío es, por un lado, lograr concientizar sobre la necesidad de contar con sillas para los niños que viajan en un vehículo y, por otro lado, apelar a la responsabilidad social empresarial de las empresas que proveen estos dispositivos, para que entreguen a sus vendedores las competencias para transformarlos en verdaderos asesores en Sistemas de Retención Infantil y no en simples promotores como si se tratara de un producto sin importancia. 

Para lo anterior, no solo se requiere de una formación adecuada, sino que contar con los recursos para que las demostraciones a los clientes sean didácticas y se genere un aprendizaje significativo.  Un ejemplo es la Asociación Nacional de Seguridad Infantil de España que ofrece programas de formación de vendedores y además un simulador, con el cual se puede mostrar de forma clara la correcta instalación de las sillas al vehículo y del menor a éste. Sin duda, vale la pena el esfuerzo cuando se trata de la seguridad de los niños. 

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