La época de verano genera alteraciones no sólo alimenticias, sino modificaciones  en hábitos de higiene y de comportamiento, los que pueden favorecer algunas alteraciones asociadas a la salud sexual y reproductiva. 

En la temporada estival, las consultas por infecciones del tracto genital femenino aumentan de 10% a 30%. Las mujeres de todas las edades, pero preferentemente gestantes, tienen más riesgo de padecer vulvitis y vaginitis micóticas asociadas a Candida albicans (levadura u hongo que habita la piel y zona genital), así como de infecciones urinarias.

La gravedad de los casos se relaciona con otros padecimientos de las mujeres como una diabetes, empleo de corticoides o de antibióticos. Los factores predisponentes a esta infección  son  permanecer con trajes de baños húmedos, el uso de ropa interior sintética, el sudor, el calor, las aguas cloradas de las piscinas. También  influye el aumento en el consumo de alimentos ricos en azúcares simples como helados, jugos y bebidas, además de las frutas, con una muy poca ingesta de agua pura. 

Especial cuidado deben tener también las gestantes en esta época, donde puede ser común ir parcelas y campos, así como ingerir queso artesanal y otros embutidos ahumados. Es en estos productos donde puede existir Listeria monocytogenes, por lo que es recomendable que no se consuman, los que en este tiempo pueden incrementar su concentración de este microorganismo, el que se asocia a importantes complicaciones obstétricas y para el/la recién nacido/a. 

Por otra parte, para muchas mujeres en este período, la apariencia física es fundamental, por lo que es habitual que adolescentes y jóvenes realicen dietas extremas que las llevan a irregularidades en sus menstruaciones, con frecuentes períodos de amenorrea o de ausencia del flujo rojo. Asimismo, otras ingieren o se administran mal sus anticonceptivos hormonales los que las lleva a presentar menstruaciones inesperadas e irregulares. 

El número de personas que viajan al extranjero se ha hecho frecuente en esta temporada. La literatura menciona que el sexo ocasional  en los viajes es relativamente común, aunque existe variación, según el país de residencia, destino y la naturaleza del viaje.

De hecho, algunas agencias promueven paquetes turísticos para distintos públicos objetivos. Pero, lo más importante de destacar, es que alrededor de 50% de las personas, utilizarán de forma inconsistente los condones en las relaciones sexuales, lo que favorecerá la diseminación principalmente del VIH, Hepatitis B, gonorrea y sífilis, además de otras infecciones de áreas templadas como el linfogranuloma venéreo. Especial cuidado adquiere hoy para las gestantes o mujeres que desean un embarazo, el que viajen a zonas endémicas de virus Zika, por el riesgo de microcefalia congénita, un desarrollo insuficiente del cráneo y de  la masa encefálica.

.La gonorrea es una de las infecciones de transmisión sexual en las cuales está documentada la variación estacional, observándose alzas en el verano, época donde hay vacaciones, frecuentes celebraciones, reuniones sociales, cosechas y festivales, factores relacionados con una mayor actividad sexual, cambio de pareja o inicio de relaciones sexuales, no asociadas al empleo de preservativos.

Siempre es recomendable fomentar estilos de vida saludables, elegir vivir sanos o sanas. Estar en conocimiento de lo que nos puede afectar, nos permitirá reconocer lo síntomas si se presentan y lo más importante, favorecer la prevención.