El valioso cordón umbilical

Un pinzamiento tardío del CU entre uno y tres minutos de vida, genera una concentración temprana de hemoglobina y un aumento en las reservas de hierro hasta los seis meses después del nacimiento. Este efecto resulta beneficioso en lactantes que viven en ambientes de pobreza y con carencia de alimentos ricos en hierro.

Miércoles 15 de julio de 2015

El valioso cordón umbilical
escrito por

Erica Castro, matrona y académica IPSUSS U. San Sebastián, Concepción

El cordón umbilical (CU) representa el vínculo entre la madre y su hijo/a durante la gestación. Se compone de tejido mucoso llamado gelatina de Wharton que protege las células amnióticas y los vasos umbilicales de la compresión y la torsión favoreciendo el flujo sanguíneo entre la circulación fetal y materna. En esta relación bidireccional, este CU vincula durante el embarazo al feto con la placenta, suministrándole oxígeno y nutrientes y desechando residuos a través de la vena umbilical.

Este tejido perinatal ha tomado hoy aristas clínicas, culturales y legales interesantes. Con los avances de la ultrasonografía, la exploración cuidadosa del CU durante el examen ecográfico no sólo permite orientar hacia anomalías fetales tanto congénitas como funcionales en forma oportuna, sino que el CU puede ser el puente terapéutico a través del cual se pueden realizar transfusiones intrauterinas en cuadros complejos como las anemias fetales.

En el momento del parto, tradicionalmente al salir el recién/nacido se procedía al corte del CU antes del minuto de vida. Las evidencias hoy muestran al analizar quince ensayos clínicos, que un pinzamiento tardío del CU entre uno y tres minutos de vida, genera una concentración temprana de hemoglobina y un aumento en las reservas de hierro hasta los seis meses después del nacimiento. Este efecto resulta beneficioso en lactantes que viven en ambientes de pobreza y con carencia de alimentos ricos en hierro. Con el fomento de la humanización del parto y el apego del hijo/a, se ha hecho además partícipe a la pareja o a la persona que acompaña a la mujer a que realice esta sección del CU.

Por otra parte, el CU es considerado una valiosa fuente de células madres, las que representan un puente entre las células embrionarias y adultas, con una capacidad antitumoral amplia y superior al tejido de médula ósea. Desde este descubrimiento en 1989, miles de trasplantes se han realizado en el mundo. Así, ya no sólo existen bancos públicos, en los que se dona el CU y la sangre de cordón, los que pueden ser usados por cualquier persona que lo necesite, sino también se han masificado los bancos privados, en los que se puede guardar el CU para uso propio.

Hasta hace unas décadas, el cordón después de seccionarse en el momento del parto al acontecer la salida de la placenta, se eliminaba por considerarse un desecho biológico sin utilidad. Y curiosamente, en algunos pueblos originarios americanos, las mujeres después de dar a luz, aún entierran el CU debajo de un árbol simbolizando el plantar raíces en la tierra para su hijo/a en la comunidad. Hoy este tejido perinatal sin duda ha revolucionado la medicina actual, y nos enfrentamos al igual que la clonación y los bancos de espermatozoides y embriones a aspectos éticos y legales no resueltos. De ahí que se hace necesaria una regulación de los depósitos y manejo de tejido y sangre umbilical donde se resguarden los derechos de las personas que accedan a estos y los usos que se destinen a este tejido, principalmente en los bancos privados.

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