Los chilenos no buscan tratamiento de salud mental. Dentro de las razones que explican esta situación se mencionan: el costo financiero, la insuficiente disponibilidad de servicios, la falta de conocimiento acerca de las enfermedades mentales y el estigma que conlleva. Sólo un 13,1% de las personas que tiene un trastorno prevalente utilizan servicios especializados en psiquiatría.

Para mejorar el nivel de salud mental de la población se requiere reducir la pobreza y modificar otros factores psicosociales, realizando acciones específicas con otros sectores del gobierno y también de la sociedad.

En ese entendido, el foco comunitario y de funcionamiento en red del Plan Nacional de Salud Mental, se traduce en un fortalecimiento de los servicios de atención primaria, ya que son ellos quienes se encuentran más cercanos a la población. 

Debemos pensar, que el inicio de las enfermedades mentales ocurren a temprana edad, por lo que si no tienen tratamiento,  a menudo,  el curso de ellas se convierte en crónico, aumentando las  altas tasas de discapacidad causada por los trastornos neuropsiquiátricos. Esto reafirma que las condiciones ameritan ser pesquisadas tempranamente y recibir un tratamiento oportuno.

En este sentido, la estrategia de capacitar Facilitadores Comunitarios, se convierte en una medida que se acerca a la población, traspasando las barreras que ésta tiene en el ámbito de la salud mental, dado que los facilitadores se caracterizan por ser personas que poseen cierta representatividad y validez dentro de sus comunidades, tales como bomberos, carabineros, profesores u otros.

Deben ser agentes que sensibilicen, transmitan información y puedan brindar redes de apoyo a la comunidad a la que pertenecen y, por sobretodo, que estén dispuestos a actuar en una situación donde se requiera ayuda. 

En ese camino hay que avanzar, también los líderes que vamos a escoger en las próximas elecciones municipales deben involucrarse en estas temáticas, tan primordiales para mantener a la población sana y protegida de los estresores de la vida.

Hay que reconectarse en comunidad y fortalecer lazos que permitan mejorar la salud mental de nuestro país, tan cruelmente estigmatizada.