Obesidad Infantil: ¿Estamos dando el ejemplo correcto?

Aprovechemos que comienzan los días más calurosos para incentivar las actividades al aire libre y el consumo frutas y verduras. Los niños actúan como un espejo de nuestras conductas y de nuestra sociedad...

Jueves 1 de octubre de 2015

Obesidad Infantil: ¿Estamos dando el ejemplo correcto?
escrito por

Andrés Zúñiga, estudiante de Medicina U. San Sebastián y asociado a Ipsuss

Las cifras son alarmantes, el sobrepeso y la obesidad se han instalado en la sociedad actual, se les considera una pandemia y son un problema de salud pública en Chile y el mundo. La cantidad de patologías asociadas a esta condición son múltiples, las que deterioran y afectan la calidad de vida de los pacientes, además de interferir en el correcto desarrollo psicoemocional de las personas, sobretodo cuando se presentan en etapas tempranas de la vida como en la infancia, en donde el bullying ha tomado protagonismo.

Según los últimos datos del MINSAL, el 34% de los niños menores de seis años, que corresponden a casi 1 millón de menores padecen obesidad o sobrepeso, de estos, el 24% sufre sobrepeso y un 10%, se encuentra en condición de obesidad. Las patologías asociadas estas condiciones son múltiples, dentro de estas las enfermedades crónicas no trasmisibles como hipertensión arterial, resistencia a la insulina, diabetes, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, entre otras, además de la depresión y otros trastornos en el ámbito psicológico causan gran relevancia debido a la alta discapacidad que estás producen, además son las responsables del aumento de la morbilidad y causantes de las principales causas de mortalidad en el mundo. Además los niños con sobrepeso u obesidad presentarán un riesgo más elevado en la adultez de padecer patologías y complicaciones cardiovasculares, metabólicas, articulares y óseas debidas al exceso de peso. En el ámbito psicológico, el bullying al que pueden verse expuestos puede generar trastornos en el desarrollo de la personalidad, impactando negativamente en su autoestima y en el óptimo desarrollo físico, emocional e intelectual, aspectos necesarios y trascendentales para que el niño se convierta en un adulto sano y feliz.

Los niños son el reflejo de sus cuidadores, somos nosotros los responsables de velar que estos crezcan saludables en todos los ámbitos de su desarrollo, pero lamentablemente al observar las cifras citadas queda en evidencia que no lo estamos haciendo bien y que definitivamente no estamos dando el ejemplo correcto. Uno ve a los niños en los colegios comiendo colaciones que incluyen bebidas gaseosas azucaradas, galletas, papas fritas o chocolates que contienen mínimo 200 calorías por porción, además son alimentos altos en azúcares, grasas saturadas y en sodio. Si a lo anterior le sumamos el consumo diario de las 3 comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y el consumo ocasional de comida rápida fácilmente se exceden las 1.200 calorías diarias recomendadas para un menor, lo que agravado por la falta de actividad física produce sobrepeso u obesidad en tan sólo un par de meses.

Es por todo lo anterior que resulta prioritario tomar conductas tanto a nivel individual y colectivo para combatir este problema, ya que no es posible que las futuras generaciones que conducirán el país en un futuro no muy lejano vayan a presentar patologías crónicas etapas cada vez más precoces y en edades de alto nivel de productividad, además de todas las consecuencias negativas que el sobrepeso y obesidad producen en la vida personal, familiar y social del individuo.

Debemos tomar las medidas HOY para combatir este problema, modificar o crear políticas públicas que favorezcan un estilo de vida más saludable y que regulen estrictamente la industria alimentaria es urgente, las que sí o sí deben ser exigidas e impulsadas por nosotros como sociedad. Estoy convencido que nuestro ejemplo es fundamental, ya que los niños imitan a sus modelos parentales y/o de sus cuidadores principales, además es esta etapa la más propicia para la formación de hábitos para toda la vida. Debemos fomentar que nuestros niños realicen mayor actividad física y que coman alimentos más saludables, nuestro ejemplo es la base del cambio, es por esto que el cambio debe comenzar por nosotros. Aprovechemos que comienzan los días más calurosos para incentivar las actividades al aire libre y el consumo frutas y verduras. Los niños actúan como un espejo de nuestras conductas y de nuestra sociedad, por lo tanto somos nosotros los responsables del sobrepeso y obesidad infantil. Debemos hacernos cargo hoy, las excusas están demás.

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