Siempre resulta importante tener un tiempo para celebrar, especialmente cuando nos referimos a una profesión que ha estado presente desde las civilizaciones primitivas donde las matronas se describen como mujeres acompañadoras que tenían por tarea ejecutar los ritos que ayudaban a la mujer a parir. En la Grecia antigua eran sacerdotisas devotas que empleaban el canto, masaje y ungüentos con fines farmacológicos que permitían aliviar el dolor. Durante el Renacimiento, tanto los maridos como las mujeres preferían recurrir a las matronas por una cuestión de confianza y de pudor, los partos eran atendidos en el domicilio y cada familia tenía su matrona. Este rol de acompañadora le permitía compartir con la familia los momentos más significativos como el bautizo y el posterior cortejo de exhibición del recién nacido.

En Chile la fundación de la Escuela de Matronas fue el 16 de julio 1834 realizada por el médico francés Lorenzo Sazié, dando inicio a la profesión con el nombre de "Obstetricia y Puericultura "al alero de la Universidad de Chile.

Han pasado 181 años de historia. En comparación a la época primitiva, donde las matronas eran consideradas como mujeres acompañadoras, situadas en el corazón de las familias con conocimiento empírico, pasamos a una etapa donde matronas y matrones poseen una sólida formación científica humanista propulsores de políticas públicas que favorezcan a la madre y su recién nacido.

El Chile del hoy tiene un perfil epidemiológico y demográfico distinto de aquel que debió enfrentar la matroneria de antaño, el rol profesional se ha diversificado, ha incorporado a su quehacer la salud sexual y reproductiva, la investigación básica y aplicada en el área de la reproducción, la consejería a las y los adolescentes familia y comunidad, la gestión entre otras, permitiendo impactar positivamente en el nivel de salud de la población

La matrona /matrón de hoy necesita seguir desarrollando competencias que le permitan abordar los desafíos, incorporando en el pregrado mayores herramientas que favorezcan los cambios, trasformadores de realidades que eleven la calidad de vida de la comunidad, pero por sobre todo seguir instalados en el corazón de las familias.

Felicidades a todas las matronas y matrones que trabajan en las diversas áreas y regiones de nuestro país.