Científicos del siglo XXI: demandan doctorados modernos y nuevas habilidades

La pandemia remeció el mundo de la investigación universitaria avanzada, imponiéndole nuevos desafíos para sintonizar con las necesidades de conocimiento y soluciones que requiere la sociedad del Siglo XXI. Carlos Vio, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad San Sebastián, explica cómo el paradigma de enseñanza ha cambiado con el objeto de entregar más libertad de investigación a sus estudiantes en los seis programas doctorales de esta casa de estudios.

Miércoles 17 de febrero de 2021

Científicos del siglo XXI: demandan doctorados modernos y nuevas habilidades
escrito por Francisco Dagnino / La Tercera

Los estudios de postgrados, en general, y de doctorados, en particular, son determinantes de primer orden para la producción científica y tecnológica y, consecuentemente, para la calidad de vida de las personas y de los países.

En esta línea, el documento Estrategia de Competencias de la OCDE para construir un futuro mejor, de 2019, sostiene que “para progresar en el mundo de mañana, las personas necesitarán diferentes tipos de competencias y de niveles superiores”, y agrega que “al igual que la globalización, la digitalización y los cambios demográficos transforman los trabajos, la forma en que funcionan las sociedades y el modo de interactuar de las personas. En este contexto, las ganas de conseguir las competencias adecuadas están creciendo”.

En Chile, se estima que el número de personas con grado de doctor alcanza a 14.137 (2020), según la Asociación Nacional de Investigadores de Posgrado (ANIP). En la última década esta cifra se ha duplicado, como también ha ocurrido con la oferta de programas académicos hiper avanzados. De ahí que la elección sea uno de los aspectos críticos a la hora de embarcarse por aproximadamente cuatro años en el mundo de la investigación de alto nivel.

El vicerrector de Investigación y Doctorados USS, Carlos Vio, conoce muy bien el funcionamiento del sistema de Chile y el mundo. Es médico de profesión y ha investigado y enseñado por muchos años los problemas de hipertensión arterial y enfermedades renales en la población. Antes de ejercer en la U. San Sebastián, ocupó el mismo cargo en la Pontificia Universidad Católica por 10 años. “La estrategia que hemos desplegado en la USS se basa en lo que hacen las universidades modernas más prestigiosas del mundo: Primero se constituye un grupo de investigación sólido y competente en un tema importante, y como consecuencia de esa capacidad de investigación se crea un programa de doctorado en esa área”, comenta el académico.

Agrega que “la pandemia vino a acelerar muchos procesos y a imponer problemas y desafíos de los cuales nos estamos haciendo cargo. Por ejemplo, a los alumnos hay que prepararlos para que sean capaces de enfrentar los cambios que vienen, y que siempre sean rigurosos en sus análisis. A mi juicio, las universidades nuevas, más jóvenes, son las que tienen más ventajas y pueden hacer las cosas con mayor rapidez, pueden contratar más investigadores, son menos rígidas y burocráticas, y acogen con más entusiasmo los programas innovadores”.

Cambio de paradigma

Carlos Vio explica que en la USS han efectuado un cambio de paradigma en la formación de doctores, dotando a los estudiantes de mayor libertad y autonomía. Esto se traduce en abrirles la puerta al laboratorio desde el primer año, así como otorgarles competencias en comunicaciones y para la docencia en las carreras de pregrado, lo que les permite acreditar el ejercicio de la docencia al momento de la titulación para tener un plus en la inserción laboral.

“Todo el mundo sabe que lo central de un programa de doctorado es la ejecución de la tesis y el trabajo individual de investigación que hace el estudiante, y que esto ocurre a partir del tercer año. El cambio de paradigma que hemos hecho es que los estudiantes empiezan a asistir al laboratorio desde el primer año, o empiecen a trabajar en su tema de tesis, con lo que facilitamos a los estudiantes a buscar su destino, incluso cambiarse de área”, afirma el vicerrector de Investigación y Doctorados de la USS.

Pero hay otros dos lineamientos estratégicos que, a juicio del académico, también son únicos en el país: La capacidad de comunicación y la sólida formación ética e integridad de la investigación. “La comunicación es central en la formación de nuestros investigadores y en los alumnos de postgrado. El conocimiento hay que comunicarlo para que la gente lo entienda y pueda beneficiarse de ese saber. Por ejemplo, esta habilidad la logramos con talleres que permiten a los académicos y a los estudiantes plantearse de manera efectiva ante los medios comunicación para que el mensaje se entienda a cabalidad”.

Y respecto a la ética e integridad de la investigación, el docente afirma que “en todo el mundo la ciencia está bajo escrutinio público, porque se publican algunos resultados que no son verídicos y reproducibles. De ahí que sea primordial tener formación en ética de investigación e integridad de la investigación, conocer cuáles son los valores para la sociedad que tiene una investigación, llevar siempre un registro preciso y adecuado de los datos para evitar errores y sacar conclusiones sólidas de esos datos. El registro fidedigno de los resultados de la investigación está incorporado a los deberes de los académicos”.

 Los doctorados existentes al año 2021 en la Universidad San Sebastián son:

Doctorado en Biología Celular y Biomedicina

En el año 2017, la USS creó el doctorado en Biología Celular y Biomedicina, actualmente acreditado por la CNA hasta 2023, y a cargo del médico Alfonso González. El objetivo es formar investigadores capaces de contribuir al conocimiento sobre el funcionamiento normal y patológico de la célula y aplicar este conocimiento para entender y controlar enfermedades que requieren mejores tratamientos o que carecen de tratamiento.

En cuanto a las líneas de investigación, destacan el tráfico de proteínas y membranas, sus mecanismos, funciones y enfermedad; las patologías asociadas a autoanticuerpos, inflamación, metabolismo y envejecimiento; la disfunción neuronal por autoanticuerpos y neuropatologías, potenciales blancos terapéuticos; y la homeostasis, reciclaje y plasticidad celular, sus mecanismos y enfermedad.

Doctorado en Historia

El doctorado en Historia fue creado en 2017 y su director es Ricardo Couyoumdjian, actualmente en proceso de acreditación. Durante los últimos años, la USS ha llevado a cabo una serie de iniciativas en el área de las humanidades, constituyendo un espacio de reflexión y producción académica dedicada a su estudio, análisis y difusión. Es el caso del proyecto de investigación sobre la Historia de Chile entre los años 1960-2010.

En esta línea, este doctorado tiene como fin aportar a la comprensión de los procesos políticos, económicos y culturales de Chile desde su fundación como república hasta avanzado el siglo XX y así contribuir a la conciencia histórica de las nuevas generaciones. El programa cuenta con un claustro académico y de investigadores a los que se suma un grupo de profesores colaboradores e invitados de Chile, Europa, América Latina y Estados Unidos, quienes imparten cursos y seminarios.

 Doctorado en Filosofía

Bajo la dirección de Eugenio Yáñez, en 2020 la USS dio vida al doctorado en Filosofía, al alero de Instituto del mismo nombre, con el propósito de cultivar la filosofía -especialmente práctica- a través de la docencia, la investigación y la extensión, promoviendo el diálogo interdisciplinario permanente y abierto con la fe, la ciencia, la técnica y la cultura. Una de las fortalezas de este programa de doctorado es la composición de su claustro académico que da sustento a la interdisciplinariedad y la integración territorial dada la pertenencia de los mismos, compuesto por académicos pertenecientes a las facultades de Psicología, Derecho y Gobierno, Ciencias de la Educación, Economía y Negocios, y a los Institutos de Historia y Filosofía.  El cuerpo académico que participa en el programa es de alto nivel, con líneas de investigación estables y reconocidas, avalado por la calidad de sus publicaciones y reconocimiento internacional.

 Alianza Académico-Científica con la Fundación Ciencia y Vida

A fines del año 2019, la USS y la Fundación Ciencia y Vida -cuyo director es el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas (2002), Pablo Valenzuela- formaron una Alianza Académica y Científica para una estrecha colaboración en investigación y docencia de pre y postgrado, emprendimiento, transferencia tecnológica, y programas de difusión. Producto de este acuerdo se han implementado tres programas de doctorado en los que participan investigadores de ambas instituciones:

 Doctorado en Biotecnología y Bioemprendimiento. A cargo del propio Valenzuela, se fundamenta en el hecho de que la revolución tecnológica y las demandas de competitividad internacional para las empresas imponen la necesidad de un fuerte acercamiento entre la academia y el sector productivo. La preparación de profesionales con formación avanzada en el área de la biotecnología es un desafío que requiere de grandes cambios respecto al entrenamiento clásico en ciencias y en la manera de abordar las relaciones Academia-Industria. Los investigadores de hoy, además de dominar los temas fundamentales de las ciencias biológicas, deben ser versátiles y multidisciplinarios y aplicar las etapas y requerimientos para el emprendimiento, creación de empresas y requerimientos para transferir las tecnologías y productos del laboratorio al mercado.

El programa busca formar a los estudiantes en las etapas y características fundamentales de un emprendimiento biotecnológico con base científica. Para esto incluye modelos de empresarización y mecanismos de financiamiento de start-ups que consideran financistas ángeles, grupos de capital de riesgo, aumentos de capital, series A, B, ente otros. También considera conceptos de propiedad intelectual y transferencia tecnológica.

Entre las líneas de investigación destacan: estudios moleculares de tecnologías biotecnológicas con impacto en el tratamiento del cáncer, enfermedades neurológicas, enfermedades autoinmunes e infecciones virales y bacterianas, y su relevancia en la industria biotecnológica de Chile y el mundo; y estudios computacionales de macromoléculas biológicas con importancia en desarrollo biotecnológicos.

Doctorado en Biología Computacional. Dirigido por el académico Tomás Pérez-Acle, se puede definir como un campo de investigación transdisciplinario que utiliza fundamentos de la matemática, física, química y biología para producir modelos computacionales que permitan el estudio de los diversos fenómenos biológicos. Como toda disciplina científica basada en datos (big data), sus avances están fuertemente vinculados al desarrollo de las ciencias de la computación, particularmente en el área de la computación de alto rendimiento (HPC). Hoy en día, la biología computacional incorpora una variedad de campos que incluyen, entre otros, genómica y bioinformática, modelamiento y simulación molecular, teoría de redes, aprendizaje de máquina e inteligencia artificial y dinámica de poblaciones. El foco es estudiar y dar solución a problemas tanto de las ciencias de la vida, de las ciencias sociales y de las ciencias exactas, con aplicaciones de la computación neuromórfica a la solución de problemas relacionados con el análisis y procesamiento de imágenes; biofísica computacional de macromoléculas biológicas y evolución de sociedades artificiales y estructura dinámica de datos masivos.

Doctorado en Inmunología y Microbiología. Dirigido por el inmunólogo y director ejecutivo de la FCyV, Mario Rosemblatt, se fundamenta en la necesidad de generar nuevo conocimiento que contribuya en avanzar en la búsqueda de respuestas para entender los complejos problemas de la biología de la infección por virus con énfasis en su entrada a las células. Los factores que conllevan a la patogénesis inducida por virus humanos y el desarrollo de estrategias antivirales terapéuticas y preventivas; las interrelaciones entre la neuroinmunología y neurofisiología, incluyendo el papel de la microbiota en el eje cerebro-intestino, en la regulación de la función inmune; y el proceso de regulación inmune centrado en los procesos que permiten la homeostasis o la pérdida de regulación que lleva a patologías autoinmunes o al desarrollo de tumores, en otras áreas de relevancia e impacto para hoy y el futuro.

En tanto que las líneas de investigación buscan abordar la regulación del sistema inmune en salud y enfermedad; las bases celulares y moleculares de la neuroinmunología; los mecanismos y bases celulares y moleculares de la respuesta inmune antitumoral; el estudio de las bases moleculares de infecciones virales; y las bases moleculares y genómicas de las interacciones microbianas y virales.

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