Se inició la temporada de verano. En esta época las personas salen de vacaciones a disfrutar del aire libre, visitar lugares para capear las altas temperaturas o simplemente conocer y compartir en familia. Sin embargo, existen algunas enfermedades comunes en este período que pueden opacar el disfrute de este descanso. Algunas de ellas son las infecciones micóticas por hongos, que cuando no se tratan correctamente pueden ocasionar serias molestias.

Las enfermedades más comunes son las infecciones por cándida (que puede afectar distintas partes del cuerpo) y el pie de atleta.

Según explica el dermatólogo de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, Francisco Chávez, “no hay que confundirse. No por ir a la playa o la piscina me voy a contagiar de hongos. Lo que produce el contagio especialmente en los pies es contactar la zona cutánea en áreas donde hay circulación de muchas personas. El hongo no está en la arena o el agua, sino básicamente en la superficie donde circula mucha gente: camarines, duchas o baños. Por eso la manera de prevenirlo es básicamente a través del uso de chalas, sandalias o algún elemento que aísle el contacto de los pies con el suelo”.

El especialista precisa que las contracciones de cloro que tiene el agua en las piscinas, “impiden absolutamente la proliferación tanto bacteriana como micótica, por ende esa no es la vía de contagio. Básicamente las infecciones contagiables en verano son las micosis y en los pies”.

Respecto al contacto con el agua de mar o piscina de aquellas personas con piel sensible, Chávez asegura que “normalmente quienes tienen piel sensible lo tienen a cualquier tipo de agua: clorada de la ducha, de piscinas o del mar. En las tres circunstancias, si se mantiene sumergible dentro del agua por periodos prolongados (10 a 15 minutos) va a sufrir una irritación de la piel, ya que esta tiende a resecarse y posteriormente se irrita y pica. La recomendación no es sólo para el agua de mar, sino que en general las personas de piel sensible no deben estar mucho rato bajo el agua. Sí pueden hacerlo varias veces pero por periodos cortos”.

Como precaución, a quienes se irritan fácilmente con el agua, el experto recomienda “lubricarse y humectarse la piel; usar cremas humectantes corporales diarias, no solamente en el verano, sino durante todo el año”, puntualiza el dermatólogo.

Respecto a eventuales picaduras por garrapatas que se encuentren en la playa, el docente USS advierte que “la playa no es caldo de cultivo de garrapata sino aquellos que la visitan, como perros y gatos, por ende, si tuviese la extrañísima ocasión en que una garrapata lo muerda y tenga una reacción alérgica, es porque había perros con garrapatas ya que estas no viven en la arena”.

Aclara también que los repelentes que se usan en camping, playas o campo “no están pensados para garrapatas. Normalmente los repelentes de insectos se usan en la época de verano para evitar picaduras de zancudos y pulgas. Los repelentes previenen, no en un 100%, pero previenen picaduras y se aplican al atardecer porque los zancudos aparecen en la tarde. A esa hora se debe usar”.