Seremi Medio Ambiente RM: “Sin fiscalización, algunas medidas (del nuevo plan de descontaminación) se transforman en irrisorias”

A juicio del secretario regional ministerial del Medio Ambiente, Jorge Canals, la nueva normativa “Santiago Respira”, no contempla el aumento de planta para fiscalizar, aun cuando sí se requiere que haya aumento de dotación y recursos, “sin perjuicio de que lo más importante es la autoconciencia y educación de cada ciudadano”, comenta.

Viernes 28 de abril de 2017

Seremi Medio Ambiente RM: “Sin fiscalización, algunas medidas (del nuevo plan de descontaminación) se transforman en irrisorias”
escrito por Oscar Galaz

La fiscalización del nuevo plan de descontaminación para la región Metropolitana “Santiago Respira”, podría ser uno de los mayores inconvenientes para su óptimo funcionamiento, asegura el secretario regional ministerial de Medio Ambiente de la región Metropolitana, Jorge Canals.

“Un plan de esta envergadura, sí se requiere que haya aumento de dotación y recursos para las plantas fiscalizadoras, porque sin fiscalización algunas medidas se transforman en irrisorias, sin perjuicio de que lo más importante es la autoconciencia y educación de cada ciudadano”, asegura el abogado de la Universidad Católica.

Respecto a lo que su entidad ha avanzado en la actual administración, destaca varios puntos como el primer parque nacional de la región Metropolitana y la red de santuarios más grande de todas las regiones, aunque precisa que aún “hay muchísimo por hacer”, ya que es una institucionalidad joven y con una legislación nueva.

- ¿Cómo está preparando la autoridad lo que viene en materia ambiental este invierno en Santiago. Se mantiene los protocolos, hay mejoras?

- Santiago tiene un plan vigente para material particulado grueso y también funciona con alerta sanitaria de salud para ir disminuyendo la concentración de este material en espera de que se publique el nuevo plan de descontaminación de la región Metropolitana. Entonces, al final de este gobierno van a existir 14 planes de descontaminación y en virtud de ello, Santiago se prepara como cada año de acuerdo al plan vigente que tiene.

- Es un plan ya antiguo…

- Sí, es del año 2009, pero se ha ido actualizando.

- El año pasado se lanzó “Santiago Respira”, el cual tiene 3 áreas a desarrollar. Al respecto, ¿qué medidas de mitigación están trabajando a la espera de que Contraloría dé el vamos a este nuevo plan?

- Lo que pasa es que como existe un plan vigente, y mientras no entre en operación el otro plan, sigue rigiendo el de 2009.

- ¿Pero no se pueden sumar medidas adicionales en esta espera?

- No es que no se puedan, el plan contiene una batería de medidas y además nosotros entendemos que el nuevo plan va a estar vigente este año, sin perjuicio de que se va a posponer la aplicación de la medida relativa a la restricción de los vehículos con catalíticos, que es una de más de 40 medidas. Además, ya hay una restricción vehicular que la gente conoce y otra serie de acciones que tiene que ver con los otros emisores más importantes, entonces no procede realizar otras medidas mientras no entra en vigencia el nuevo plan. 

- Pero de las otras áreas que contempla el plan, hay algunas que pueden adelantarse para complementar el actual plan de descontaminación de la capital

- No. En el plan “Santiago Respira” hay medidas de implementación inmediata y otras que entran con gradualidad a implementarse, según el área de que se trate. Los planes generalmente tienen que ver con la fuente de emisiones, de acuerdo al inventario que tiene cada región, que en este caso (para Santiago) son transporte, industria y residencial. En consecuencia, las medidas entran en vigencia luego que Contraloría, como cualquier otro actor administrativo, toma razón y se publica y ahí cada medida tiene su propio ritmo de implementación.

- Respecto a hogares, una medida repetida es el uso de leña. Hay algo nuevo en el nuevo plan que lo hará más efectivo en su control y eventual sanción.

- Aún existe esta costumbre y lamentablemente tiene que ver con las condiciones socioeconómicas de la ciudad, pero de acuerdo a los antecedentes que tenemos, existen más o menos 120 mil hogares de Santiago que usan leña y Temuco que es una de las ciudades más contaminadas por el uso de leña, tiene 120 mil hogares. Es como que si existiera un Temuco dentro de la región Metropolitana, considerando que las emisiones de la leña en material particulado fino es de las más complejas y uno de los elementos que más contribuye a la emisión total de emisiones. Lo que pasa es que en zonas más acomodados, la leña no es combustible, pero en otros sí lo es, lo mismo que en los sectores rurales.   

- ¿Y qué de nuevo hay para el control de estas acciones?

- Hay una prohibición total del uso de la leña como combustible durante el periodo de episodios críticos a partir de la entrada en vigencia del plan en la provincia de Santiago, además de Puente Alto y San Bernardo. Para las zonas rurales, se contempla una gradualidad de la aplicación, sujeta eso sí, a estudios que se elaboren y den cuenta de cuánta es la contribución de esos sectores rurales a las emisiones totales de la cuenca. Entonces, hay una prohibición completa del uso de leña una vez entrado en vigencia el plan de descontaminación.

- Para llevar adelante esto y dado la envergadura de lo que hay que monitorear, ¿habrá un mayor foco en la fiscalización, nuevos recursos y otras medidas?

- Es una pregunta recurrente y tiene que ver con la limitación que existe en la planificación que puede hacer el Estado y desde el punto de vista ambiental. El nuevo plan no contempla el aumento de planta porque eso tiene que ver con los recursos generales de la Nación, con las políticas que se toman, pero sí uno entiende que un plan de esta envergadura, sí se requiere que haya aumento de dotación y recursos para las plantas fiscalizadoras, porque sin fiscalización algunas medidas se transforman en irrisorias, sin perjuicio de que lo más importante es la autoconciencia y educación de cada ciudadano en el cumplimiento de estas medidas, que tiene que ver con la salud y el bienestar de todos.

- Pero si no hay más gente fiscalizando ni recursos para ello, ¿cómo puede funcionar bien?

- Hay que maximizar y lo interesante es que el nuevo plan de descontaminación, de acuerdo a la nueva normativa 19.300, le corresponde a la Superintendencia de Medio Ambiente ejercer una función de coordinación de fiscalización, entonces la superintendencia tiene que ver cómo programa la fiscalización de cada servicio con competencia, cómo maximiza, por ejemplo, la fiscalización de los funcionarios de salud, de Conaf, de Carabineros, de transportes, todo esto coordinado por ellos y programado de forma eficiente para potenciar los medios de los que se dispone.

- ¿Y otras medidas?

- También está incorporar cada vez más a los funcionarios municipales a la fiscalización. Hoy día tenemos 12 de 52 municipios con ordenanza ambientales que les permite fiscalizar en calidad del aire. Además, de lo anterior está incluir a los ciudadanos para maximizar la fiscalización. Sería importante incorporar técnicas como de ciudades inteligentes, aplicaciones que permitan que la gente denuncie, por ejemplo, el uso de la leña. Se da también que el uso de leña se da en sectores con más ingresos, que uno esperase que por capital cultural hubiese más conciencia, entonces en esos sectores es posible potenciar la fiscalización ciudadana.

- Santiago Respira también contempla un anillo en Marico Vespucio. Eso tendrá marcha blanca o se hará de forma inmediata.

- Hay una gradualidad, pero la idea es prohibir el ingreso de los vehículos más antiguos que ingresen al anillo.

Lo que deja el gobierno

- Respecto a lo diseñado cuando ingreso a la Seremi, ¿en qué han avanzado y qué tarea le quedan pendientes?

- En medio ambiente siempre estará al debe y hay muchísimo por hacer, porque nuestra institucionalidad es joven. La Ley 19.300 es del ‘94 y la fisonomía actual de su institucionalidad ambiental es del año 2010, o sea, tiene siete años, por tanto es una institucionalidad joven, con una legislación nueva y para la importancia del tema se requiere avanzar muchísimo más.

Nosotros vamos a dejar bien sentado, en las áreas más importantes, los programas estratégicos hechos para que sobre eso se siga construyendo. Por ejemplo, en calidad del aire vamos a dejar el nuevo plan de descontaminación de la región Metropolitana y el Comité Regional de Cambio Climático. En residuos, vamos a hacer la primera inversión en estrategia regional de reciclaje por $4.000 millones en la región Metropolitana y que tiene que ver no sólo con construir puntos limpios y educación ambiental, sino que sentar las bases del nuevo modelo de responsabilidad extendida de productores.

En biodiversidad, vamos a dejar el primer parque nacional de la región Metropolitana y la red de santuarios más grande de todas las regiones. En educación ambiental, vamos a invertir $1.000 millones en programas de educación a residuos. Vamos a aumentar la cantidad de colegios certificados. Todo eso son cosas reimportante, pero en medio ambiente se requiere mucho más y debiese ser uno de los temas centrales del Estado y no un ministerio sectorial igual que otro.   

- ¿Ve resistencia de varios actores para que ustedes puedan avanzar más en protección y educación del medio ambiente?

- Sí, claro. Es lógico que los intereses económicos, productivos y la gestión fiscal pública son barreras para que el medio ambiente se vaya posesionando como un tema central. Me imagino que son avances graduales que los temas se van incorporando a la agenda pública y van cobrando la importancia que les corresponde. Además, nosotros tenemos un modelo de desarrollo económico que en algunos aspectos subordina al medio ambiente al rendimiento económico. Así de sencillo, así de claro. 

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