La señora Amalia tenía una vida aparentemente normal, pero hace 2 años sufrió un infarto cerebral y estuvo siete días en una UTI. Logró salir adelante pero descubrió que tenía hipertensión arterial. Desde entonces ha debido modificar sus hábitos y acostumbrarse a un nuevo estilo de vida.
"Yo voy a gimnasia, no tomo, no fumo, evito la sal y como sano, ¡porque quiero vivir!", explica.
Por eso no dudó en inscribirse en los talleres del Programa Paciente Empoderado que la U. San Sebastián empezó a dictar el 6 de abril – a modo de piloto- en la comuna de Providencia.
"Yo creo que hay cosas que una no sabe y tiene que seguir aprendiendo. Por eso vengo. Quiero estar siempre mejor" dice, entusiasmada.
Se trata un ambicioso plan de la USS para aplicar la alfabetización en salud en diversos municipios del país y procurar que las personas conozcan mejor sus enfermedades y puedan hacerse cargo de su autocuidado.

Es una iniciativa patrocinada por la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, que justamente está promoviendo este tipo de actividades en el continente, porque la evidencia muestra que los tratamientos son efectivos sólo cuando las mismas personas se responsabilizan de cumplirlos.

Los talleres se dictan de lunes a sábado en el Campus Los Leones de la universidad y abordan diversas materias. Hay actividades para conocer mejor las enfermedades crónicas (que no se curan pero pueden controlarse con un tratamiento de por vida) y prevenir sus complicaciones, cursos para aprender a cocinar platos saludables, a organizar los horarios para tomar medicamentos, para cuidar la vista y detectar a tiempo enfermedades que causan ceguera como el glaucoma, y a hacer ejercicios incluso dentro del hogar.

"Tuve que dejar el gimnasio adonde iba porque tengo una lesión pequeña en la cadera que está principiando y que me provocó dolores, así que lo que necesito es ejercicio adecuado para mí", cuenta Juan Cristóbal, otro de los asistentes.

Rosa María, una paciente diabética que se enteró del programa en el consultorio de Providencia donde se controla habitualmente, comenta que "todos los talleres que hay, por lo menos los que yo escogí, son súper buenos. Yo me cuido poco, soy muy ansiosa y me gusta mucho, mucho comer, entonces sufro, paso mucha hambre".

Ana María es una de sus compañeras de taller y también sufre de diabetes.
"Estuve con la glicemia hasta 400, entonces ahora soy insulino-requirente. Por eso a mí me conviene venir, para que me enseñen y para aprender y ayudar a los demás si se puede".
El Programa Paciente Empoderado es una iniciativa del Instituto de Políticas Públicas en Salud, IPSUSS, y lo dictan docentes de Medicina, Enfermería, Química y Farmacia, Kinesiología, Nutrición y Actividad Física de la U. San Sebastián. Otros municipios ya firmaron convenio con la universidad para llevar estos talleres a su comuna –como Cerro Navia- y varios más están en conversaciones para concretar el proyecto durante el año.

Uno de los objetivos secundarios del Programa Paciente Empoderado es aplicar una metodología científica para hacer un seguimiento de los participantes, evaluar cuánto aprendieron, cómo han aplicado los contenidos en su vida cotidiana, y proponer este plan como una política de Salud Pública a nivel nacional. UNESCO, por su parte, analizará también la información generada para ver si este programa de alfabetización sanitaria se difunde a nivel continental.