Si bien la campaña de vacunación contra la influenza ha sido exitosa porque a la fecha lleva casi un 70% de cobertura, aún hay grupos de la población objetivo que están rezagados, particularmente los adultos mayores, situación que ocurre a nivel nacional y los habitantes del norte del país.

La menor cobertura se registra en Arica y Parinacota sólo con un 48,7%, Antofagasta 51,3% y Tarapacá 58,7%. De hecho, la semana pasada se registró la primera víctima fatal por influenza en Iquique. Se trataba de una persona de 86 años.

Población objetivo que en términos generales lleva la menor tasa de vacunación (57,7%), son los adultos mayores.

A juicio de la académica de la carrera de Enfermería de la U. San Sebastián (USS), Carolina Barrientos, se debe a que “erróneamente se piensa que al vacunarse se contrae la enfermedad, debido a que dentro de los efectos secundarios posibles de la vacuna están dolor de cabeza y/ o musculares, fiebre o dolor local, lo cual a veces son atribuidos a que se está padeciendo la enfermedad”.

En tanto, para el especialista en salud pública y director de la carrera de Medicina de USS, Víctor Zárate, habría que hacer una campaña mucho más efectiva en cuanto a “ir en búsqueda de los adultos, porque muchos tienen problemas de movilidad, viven solos o se les hace imposible trasladarse a los consultorios, por tanto, la vacunación debiera ser a domicilio”.

Al respecto la académica de enfermería, sostiene que si los adultos mayores no se vacunan, debido a sus cambios fisiológicos se arriesgan a contraer la enfermedad mucho más fuerte “los hacen más susceptibles por tener un sistema inmunitario con una respuesta menos eficiente, pudiendo llegar a desarrollar cuadros respiratorios más graves. A partir de la influenza, en un gran número de casos, puede evolucionar a neumonía, que es una causa importante de mortalidad en este grupo”.