El acceso a medicamentos es un tema sensible para la población. Chile es uno de los países de la OCDE donde las personas más gastan de su bolsillo en la compra de fármacos, pero además hay un acceso inequitativo, ya que hay 53 comunas que no cuentan con farmacias disponibles y existe una fuerte diferencia de precios. 

¿Por qué los remedios son más caros en Chile que en otros países? ¿Por qué no hay farmacias en todas las ciudades del país? ¿La industria farmacéutica está suficientemente regulada? ¿Las farmacias populares son la solución al problema? Estas fueron parte de las interrogantes que se abordaron en el Coloquio ¿Cuál es la dosis indicada para la regulación del mercado farmacéutico?, donde participaron como panelistas el embajador de Argentina en Chile, Ginés González, el director del Instituto de Salud Pública (ISP), Alex Figueroa, el presidente de la Asociación de Farmacias Independientes, Héctor Rojas y el director de IPSUSS, Jaime Mañalich.

Ante el problema de la disponibilidad de medicamentos, el director del ISP, Álex Figueroa, anunció que están elaborando las reglamentaciones necesarias para apoyar todo tipo de alternativas que garanticen el acceso de fármacos. “Apoyaremos la constitución de farmacias municipales, populares, almacenes farmacéuticos, botiquines, farmacias al lado de los servicios de urgencia de los hospitales, locales independientes, incluso las mismas cadenas si se quieren sumar”, afirmó la autoridad.

Agregó que “hay que cambiar un concepto cultural que es esperar a que otros solucionen el problema, esperar a que la ley esté aprobada, lo que hay que hacer en Chile es organizarse para proponer soluciones constructivas”.

El director de ISP, adelantó que están estudiando cómo funcionan en otras partes del mundo las políticas de tarificación de medicamentos y de reembolso, propuesta que esperan entregar en diciembre a los ministerios de Salud y de Economía.

Por su parte, el embajador de Argentina en Chile,  quien además fue ministro de Salud en ese país, Ginés González, señaló que el problema son los precios de los medicamentos, del cual responsabilizó directamente a los laboratorios.

“Los medicamentos no tienen precio se los ponen. Esto quiere decir que según el sistema que tiene cada país, según la cultura, según el marco regulatorio, según la forma en que se compra o se distribuya es como termina resultando el precio final de los medicamentos”. En ese contexto, indicó que la mejor estrategia para hacer contrapeso a esta situación es establecer precios de referencia, fortalecer la industria local y buscar alianza con la ciudadanía y con las farmacéuticas, como se hizo en el país trasandino.

Sin embargo, advierte que si bien se logró ampliar el acceso a los medicamentos, ahora existe otro problema asociado a las terapias biológicas o de última generación. Sobre este tema el embajador comentó que para estos casos, “medicamentos que son indispensables en los países, como por ejemplo el Sida, hay que buscar precios globales para el continente, o bien comprar los medicamentos directamente donde se producen”.

Farmacias populares

Otro tema que se abordó en el encuentro fue el de las farmacias populares.  Según una encuesta realizada por IPSUSS y que fue presentada por el director del instituto, Jaime Mañalich, un 77% de la población está de acuerdo con la instalación de este tipo de farmacias. De éstas, un 69% corre que debe ser una política para todas las comunas y 8% sólo para aquellas que no tienen farmacia.

Sin embargo, esta medida no es aceptada por todos los sectores. El presidente de las Asociación de Farmacias independientes, Héctor Rojas, planteó que “es una “aberración”. “Se está poniendo la carreta antes de los bueyes, porque estas medidas y autorizaciones están muy reñidas con la parte legal”.

El dirigente planteó como alternativa, que los municipios compren los fármacos a Cenabast, pero que los comercialicen a través de las farmacias independientes. “Que los municipios, vía convenio, puedan vender medicamentos en nuestras instalaciones, ya que les asegura ahorrar no incurriendo en gastos de infraestructura, de profesionales como químicos farmacéuticos, lo que tendría un costo de alrededor de un 15%”.

Además, insistió en la necesidad de que las farmacias independientes les compren directamente a los laboratorios, pero al mismo precio que éstas les venden a Cenabast.

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