Ingreso de privados a la administración de farmacias en hospitales y clínicas

La posibilidad de externalizar o permitir el ingreso de privados a las farmacias intrahospitalarias se viene debatiendo desde hace muchos años, porque tiene beneficios y riesgos, dependiendo del alcance que tenga la administración del servicio tanto en centros de salud públicos como privados. Más aún si eventualmente quienes quieran participar puedan estar vinculados o no a la industria farmacéutica.

Viernes 24 de noviembre de 2017

Ingreso de privados a la administración de farmacias en hospitales y clínicas
escrito por Álvaro Mociño

Recientemente, una empresa controladora de una cadena de farmacias se asoció con un compañía española que brinda soluciones en materia de gestión y seguridad clínica a través de la implementación de sistemas basado en las tecnologías de la información.

El objetivo es mejorar la logística y la administración de los servicios de farmacia en clínicas y hospitales, para ayudar a disminuir los gastos de fármacos y contribuir a generar un registro y seguimiento de los tratamientos de los pacientes.

Marcela Pezzani, académica de Química y Farmacia de la U. San Sebastián señala que si uno mira desde el punto de vista logístico la posibilidad de que ingresen privados a las farmacias intrahospitalarias, es una buena alternativa, “pensando en poder incorporar un sistema tecnológico rápido y eficiente en los recintos para ordenar datos y ser un gran apoyo especialmente en aquellas instituciones que no han logrado automatizar los sistemas por falta de recursos”.

No obstante, la académica advierte que “la dependencia de la farmacia debe seguir siendo del hospital, que es el que toma las decisiones clínicas respecto a cuál es el arsenal que va tener, cuáles son las condiciones y restricciones en la dispensación de los medicamentos”.

Agregó que “deben haber límites bien establecidos para el rol de cada uno y en ese sentido se puede hacer un aporte importante en la administración y el manejo eficiente de los recursos, pero las decisiones clínicas y el comité fármaco-terapéutico tiene que seguir en las manos de las instituciones”.

A su juicio, los sistemas informáticos aportan para evitar errores en la entrega de los medicamentos y ayudan a la trazabilidad o seguimiento de los tratamientos fármaco-terapéuticos, pero lo clínico tiene que mantenerse bajo el control de las instituciones que no pueden perder autonomía respecto a que medicamentos se adquieren y utilizan en los recintos asistenciales.

Pezzani enfatiza que es relevante y fundamental que “las farmacias en los hospitales tienen que estar a cargo de un químico farmacéutico que está preparado para dicha labor y la libertad de elección de lo que va comprar el recinto no puede estar en cuestionamiento”. 

Sitios de interés