Las deudas de inclusión para personas con discapacidad en Chile

De a poco, la sociedad se va familiarizando con la idea de la inclusión, accesibilidad universal y el deporte adaptado. En Chile se ha ido avanzando en esta materia pero falta un nuevo impulso y que otros actores asuman más compromisos con el mundo de la discapacidad.

Viernes 30 de noviembre de 2018

Las deudas de inclusión para personas con discapacidad en Chile
escrito por Álvaro Mociño

Las universidades y la industria del turismo tienen mucho que aportar en materia de inclusión y en el trabajo con personas discapacitadas. El turismo es un área que no escapa al desafío país de potenciar la inclusión, para que ellos no sean meros espectadores, sino  verdaderos protagonistas del cambio cultural y la integración.

El  académico de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo de la Universidad San Sebastián y profesor de un curso sobre manejo de la situación de discapacidad, Jorge Pizarro, señala que el turismo con intereses especiales es un área relevante para que “las personas discapacitadas tengan un rol protagónico y sean capaces de integrarse a distintas actividades como ser guías en un circuito turístico determinado o recibir e integrar a personas con discapacidad en un recinto hotelero”.

Del mismo modo, la formación de los profesionales del área debe contemplar el conocimiento necesario sobre el mundo de la discapacidad. El docente de la USS afirmó que “los Ingenieros en Expediciones y Ecoturismo, tienen que ser capaces de gestionar proyectos en que la inclusión esté presente al igual que el deporte adaptado, las rutas accesibles y el desarrollo del concepto de accesibilidad universal. La idea es que todos los discapacitados tengan la posibilidad de llegar a un destino turístico y cuenten no sólo con la infraestructura adecuada sino también actividades y que el deporte outdoor se adapte al mundo de la discapacidad”.

Por eso, Jorge Pizarro destacó el Taller de Inclusión que se desarrolló en el Centro de Montaña de la USS en el Cajón del Maipo, donde participaron más de 70 personas entre monitores, estudiantes, niños y jóvenes con discapacidades cognitivas, auditivas o movilidad reducida.

Los participantes tuvieron la oportunidad de visitar un huerto y participar de actividades como buceo, tirolesa, cabalgatas, y cinta elástica (slackline). “Fue el cierre a un proceso donde los estudiantes se aproximaron al mundo de la discapacidad, visitando instituciones como Teletón y escuelas que los capacitaron y les hicieron una inducción y clases en áreas como el lenguaje de señas, para que ellos entiendan qué implica trabajar con un discapacitado, cuáles son los focos de orientación curricular en los colegios y cómo se les va educando para integrarse al mundo laboral”, explica Pizarro.

Inclusión

“A través de las actividades de inclusión hemos ido descubriendo que hay personas que llegan en silla de ruedas y al practicar buceo adaptado han logrado una excelente rehabilitación motriz e incluso poder caminar, como ha ocurrido con la iniciativa de la Fundación Sumergi2”, dice el académico.

También menciona la hipoterapia para personas con problemas neurológicos, “que pueden avanzar en su rehabilitación a través de la cinética que provoca la musculatura del caballo en movimiento en su sistema nervioso central y su conexión con el entorno”.

Lo mismo plantea respecto a las actividades vinculadas con la naturaleza como las caminatas, porque el turismo de intereses especiales “permite incluir a las personas discapacitadas en un mundo al que antes no tenían acceso. Porque, por ejemplo, antes no habrían imaginado que podrían llegar a la cumbre de un cerro y ahora lo están logrando y además se están rehabilitando”.

Pizarro enfatiza que cuando se trata de inclusión se requiere de la participación de un grupo interdisciplinario que incluya a médicos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeras y enfermeros y psicólogos en materia sanitaria.

Además está el aporte que hacen las organizaciones estudiantiles y las áreas científicas y tecnológicas como las Ingenierías que aportan en el desarrollo de robots y otros prototipos que ayudan a la gente a ponerse de pie o caminar (como el robot Lokomat de Teletón) e incluso hay muchos avances en materia de software y desarrollo de aplicaciones para personas sordas o ciegas o de sillas de ruedas que permitan a sus usuarios ponerse de pie para acceder a objetos en altura”.

Deporte adaptado

Daniel Humereses especialista en medicina del deporteEstá becado por Teletón donde comenzará a trabajar el próximo año junto a los fisiatras de la Fundación.

El profesional asistió a los talleres de inclusión de la USS y señaló que es fundamental “el rol de la actividad física, el ejercicio y el deporte para cualquier persona en general y que no tiene ningún tipo de discapacidad. Pero, lo es más aún para quienes tienen alguna discapacidad, porque el ejercicio y la actividad física además de proporcionarle una mayor calidad de vida y salud, le ayuda a desarrollarse mejor físicamente y rehabilitarse”.

Además precisa que el deporte en general tiene un papel muy importante ya que muchos discapacitados por distintos motivos no tienen posibilidades de sociabilizar y el deporte es una herramienta para introducirse y ampliar las redes sociales, lo que contribuye a una verdadera inclusión.

Humeres indica que distintas instituciones están comenzando a incorporar la medicina del deporte como una especialidad, pero además las distintas carreras de la salud pueden generar espacios e iniciativas para la inclusión. El deportólogo señala que “es muy interesante cómo los monitores se manejaron bastante bien desde el punto de vista técnico y de la comunicación con los niños con discapacidad auditiva, especialmente cuando les enseñaron a bucear, sin conocer el lenguaje de señas”, pero incorporando su propia gestualidad.

Experiencias

Por su parte, Camila Vargas profesora de Octavo Básico de la Escuela de Sordos Santiago Apóstol de Maipú, valoró la experiencia de integrarse a menores con distintas discapacidades a través de la actividad física y la recreación. La profesora afirmó que “en el deporte no importa sin son sordos u oyentes; todos se relacionan, comparten y se divierten por igual. Pasa a un segundo plano la barrera comunicacional. Además los jóvenes con otras discapacidades también son un verdadero ejemplo, como el muchacho que se bajó de su silla de ruedas para jugar fútbol con los demás”.

Uno de los participantes en los talleres es José Luis Caro, de 48 años, quien sufrió un accidente, luego que cediera un andamio instalado en la caja de escalas de un edificio. Su caída de altura lo dejó con movilidad reducida en sus piernas, por lo que utiliza muletas y un soporte especial para su pie izquierdo. Tiene un 40 por ciento de incapacidad, pero eso no ha sido impedimento para participar en talleres de buceo.

A su juicio, las personas que no tienen alguna discapacidad no saben cómo manejar esta situación, “lo que no contribuye a la inclusión”. “Chile se demoró más de 40 años y fue gracias a la Teletón que comenzó a entender y aceptar a las personas con discapacidad, pero ahora nos faltan más espacios para desarrollarnos de una manera normal en la sociedad”, comenta José Luis.

También menciona como tarea pendiente, la mayor accesibilidad en la infraestructura de las ciudades, en los edificios y el transporte, para facilitar el desplazamiento de quienes tienen movilidad reducida o algún grado de invalidez.

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