Exhortan a instalar espacios integrales para la atención de personas mayores

Un modelo de atención integral en donde “dispositivos intermedios” descompriman la atención de los adultos mayores en hospitales, es lo que instan a replicar en nuestro país autoridades de la Fundación Sociosanitaria Manresa y de la universidad de la misma ciudad catalana.

Viernes 22 de junio de 2018

Exhortan a instalar espacios integrales para la atención de personas mayores
escrito por María Graciela Opazo

En España desde los años 80’ se configuró un sistema con una amplia cartera de servicios para atender a las personas de la tercera edad, cubriendo necesidades globales, complejas y crecientes en materia de salud y sociales de este segmento de la población.

Y si bien, para Manel Valls, director general de la Fundación Sociosanitaria de Manresa, la atención al adulto mayor está vinculada a la idiosincrasia de cada territorio, por lo cual replicar  exactamente el modelo español no es posible  “lo que sí  vemos es la necesidad de avanzar en dispositivos específicos para la atención al adulto mayor, fuera de  los hospitales de agudos. Es decir, hogares o dispositivos de atención intermedia con financiamiento público”.

Un modelo público privado en el que se disponen desde comedores sociales, atención a domicilio, unidades de convalescencia, cuidados agudos y cuidados paliativos para los adultos mayores, asegurando tiempos de espera reducidos para la atención.

De esa manera, se posibilita la transición del adulto mayor desde el hospital hasta su domicilio. Esto porque “generalmente requieren recuperaciones más largas por la carga de enfermedades que tienen. Entonces los dispositivos intermedios acogen a estas personas, los tratan en sus recuperaciones y se descomprimen los hospitales”, explica Valls.

Para Valentí Martínez, director general del campus Manresa de la Universidad del Bages (FUB) se trata de un acto de coherencia institucional, política y social el definir como país qué modelo se requiere para enfrentar el envejecimiento de la población. “Es precisar cómo queremos atender las necesidades que tienen los adultos mayores, qué tipo de sistema queremos desarrollar, y con qué recursos contamos”.

¿Qué modelo existe  en Chile?

Con una población cercana a los 3 millones de chilenos, las personas mayores cuentan con dispositivos intermedios “Estamos implementando la atención domiciliaria, un dispositivo para que la persona no vaya al hospital o establecimiento de larga estadía, y reciba la atención y cuidados dentro de su casa. Pero hay un tema de cobertura, tenemos 22 comunas cubiertas con cupo para 30 personas por cada una”, explica Gladys González, encargada de Servicios Sociales de Senama.

Asimismo, se trabaja en ampliar los centros diurnos para personas mayores. Actualmente  son 32 y se quiere llegar a 43. Número que se implementaría cada año durante este Gobierno, dice la representante de Senama.

“Esto permite que las personas hagan actividades de la vida diaria fuera de su casa, potencien su desarrollo cognitivo, las relaciones interpersonales, mejoren su funcionalidad y vuelvan a la casa en otras condiciones, tras haber estado en contacto con otras personas y con  terapeutas ocupacionales y kinesiólogos”, concluye González.

Formación de profesionales

Conforme aumenta la población mayor en nuestro país, los profesionales de la salud también deberán responder a las exigencias. “Es profesionalizar el sistema”, comenta el director general del campus Manresa, quien adelantó que se está explorando la posibilidad de desarrollar diferentes líneas de trabajo con la Universidad San Sebastián a través de la carrera de Terapia Ocupacional, como  formación en magister, estudios de continuidad y movilidad de profesorado y alumnos.

Para la carrera de Terapia Ocupacional de USS, apoyar la mantención de la vida independiente de los adultos mayores, en sus propios contextos a través de ocupaciones saludables resulta transcendental, puesto que una vez que nuestros mayores jubilan, se quedan sin rutinas significativas y disminuyen sus ocupaciones, dado que en Chile no existe la planificación o preparación para la jubilación, lo que repercute en su salud afectiva, social y física puntualizó la directora de la carrera en USS, Katherine Vásquez.

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