Regreso a clases: ¿Cómo conciliar el sueño en los niños?

Es usual que después del largo período de vacaciones, el desajuste en las rutinas o hábitos en cuanto a los horarios para dormir, la alimentación y la recreación de los niños, se convierta en un problema cuando se aproxima el retorno al colegio. Por eso es necesario empezar algunos días antes a preparar el retorno.

Lunes 26 de febrero de 2018

Regreso a clases: ¿Cómo conciliar el sueño en los niños?
escrito por Álvaro Mociño

No es tarea fácil, pero es posible hacer más llevadero el retorno a clases, reestableciendo los hábitos con algunos días de anticipación. La idea es que los niños no tengan que andar con sueño o mal humorados por un cambio brusco en su rutina, luego de haber disfrutado sus vacaciones.

Luz María Pérez, académica de la Facultad de Enfermería  de la U. San Sebastián (USS) señala que “es difícil llegar y cambiar un hábito que ya se estableció en dos o tres meses de vacaciones. Por eso es recomendable empezar de manera anticipada a restablecer esta rutina de sueño, que finalmente lo que hace es favorecer el crecimiento y desarrollo del niño a través de las hormonas que se van liberando mientras duermen por las noches”.

En ese sentido, precisa que “una buena higiene del sueño, que es como se le conoce a tener una rutina buena de descanso, va a depender de la edad que tenga el niño, mientras más pequeños, deben dormir más horas. Sin embargo, lo mínimo recomendado son 8”.

Para facilitar este proceso, la especialista en enfermería familiar y comunitaria señala que “lo primero es hablar con los niños y prepararlos para el ingreso a clases, siendo necesario establecer ciertos acuerdos con los horarios”.

“De repente los padres tienden a ser muy autoritarios e incluso solitarios en su decisión y finalmente se termina generando un conflicto cuando se trata de que los niños se vayan a dormir”, indica la enfermera.

Hábitos

Por eso, enfatiza la importancia de que “los niños entiendan la necesidad de acatar estos cambios en su rutina. Aunque también hay que considerar que no sólo deben tener el hábito del sueño establecido sino también otros que son complementarios, como la alimentación”.

“Por ejemplo, si se está comiendo a las 10 de la noche y después se le está diciendo al niño que se tiene que ir a acostar media hora después, no se va a lograr el efecto esperado para retomar la rutina en forma adecuada”, afirma la académica de la USS.

Para eso entonces, hay que establecer estas rutinas poco a poco en el niño, “quizás levantándolo un poco más temprano cada día, fijar un horario de desayuno similar al que tiene cuando va a clases y darle tiempos de almuerzo y recreación adecuados y que sean compatibles con su año escolar”.

La docente recalca que hay que hacer partícipes a los menores de estos cambios. Lo mismo ocurre cuando se trata del tema de la siesta.

Luz María Pérez sostiene que esto va a depender de la edad, ya que por ejemplo, “los que están en edad preescolar, generalmente tienen un horario de descanso o siesta en sus colegios o jardines infantiles, por lo que se podría continuar con ella en casa. En el caso de los más grandes, se debe ir eliminando paulatinamente”.

En cuanto a las dificultades para el descanso en la noche, la enfermera indica que “hay que ir disminuyendo los estímulos una o dos horas antes de que el niño tenga que ir a acostarse. Tienen que hacerlo idealmente en su pieza y no en la de sus padres. Además hay que suspender el uso de celulares o la televisión, y eliminar los ruidos en el hogar, de manera de ir protegiendo y acondicionando el espacio donde el niño se va a dormir”.

En el caso de los más pequeños dice que “se puede mantener la rutina de un baño previo o de leerles un cuento o historia antes de dormir en su habitación, con una luz tenue para asegurar que el niño tenga un sueño profundo y reparador, y que el hecho de levantarse temprano no sea tan terrible para ellos y tampoco para sus padres”.

 

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