Actualmente el proyecto de Ley de Fármacos II se encuentra en su segundo trámite constitucional, en la Cámara de Diputados, donde está siendo revisada por la Comisión de Salud. En esta instancia se han presentado 195 indicaciones y su discusión se ha entrampado a tal punto, que algunos parlamentarios han planteado, que el exceso de observaciones, puede sepultar esta iniciativa.     

“Yo espero que esta ley no termine en un mortinato. Estamos empeñados que esto no ocurra. Ojalá que esto no genere una polémica de tal magnitud, pero está el riesgo cuando se trata de leyes complejas donde hay intereses cruzados”, indicó el presidente de la Comisión de Salud, Juan Luis Castro (PS), en el marco del coloquio organizado por la carrera de química y farmacia e IPSUSS de la U. San Sebastián.

Por su parte, el diputado Javier Macaya (UDI), señaló que “por el tipo de indicaciones que se han presentado y que van desde la fijación de precios hasta la integración vertical, pasando por la prescripción por Denominación Común Internacional lo que significa poder intercambiar los productos y eliminar la posibilidad de prescribir medicamentos por marca, a lo que se suma el registro obligatorio de genéricos, esta ley está en riesgo”.

¿Baja de precios?

Respecto de la venta fraccionada de medicamentos, alternativa planteada como una manera de disminuir el gasto de bolsillo de la población en la compra de remedios, los panelistas del coloquio coincidieron que no creen que cumpla ese objetivo, sino más bien que su impacto es sanitario.

“El fraccionamiento no permitirá disminuir los precios, por el contrario, puede que lo aumente, especialmente para las farmacias pequeñas, porque se requiere de una inversión para una adecuada infraestructura para no contaminar el producto y perder la trazabilidad”. No obstante, agregó el médico, que la dosis unitaria “aumenta la adhesión al tratamiento  porque el paciente se da cuenta que tiene lo justo” y “sirve para disminuir la pérdida del medicamento ya que se entrega la cantidad justa y el paciente no bota el resto”.

Frente a este proceso, Paris aseguró que habría que comenzar con los antibióticos, “porque son los que producen más problemas cuando no se entregan en la cantidad correcta.  Y aquí sí que se puede hacer un ahorro, porque cuando se recetan generalmente vienen en dos cajas y sobra el resto. El otro hecho que se ha demostrado es que se reduce el uso incorrecto y la resistencia bacteriana”.

Al respecto, el químico farmacéutico y docente de la U. San Sebastián, Hernán Chavez, indicó que “las personas generalmente se quedan con medicamentos en casa y al hacer un fraccionamiento se evita este sobrante en los hogares”.

El profesional añadió la necesidad de promover dentro de la ley que “incorpore la posibilidad u obligatoriedad de los pacientes y usuarios para que entreguen las dosis sobrantes en las farmacias como sucede en otros países del mundo. La idea es que sean bien desechados y no terminen convertidos en un gran botiquín con productos vencidos o como contaminantes del medio ambiente”.

A su juicio, lo más importante es que exista un “manual de procedimiento estandarizado” para fraccionar en todas las farmacias del país y que se creen agencias que puedan realizar esta labor en el caso de las farmacias más pequeñas.

Farmacia virtual 

Como medidas para bajar el costo de los medicamentos, el diputado Macaya mencionó la creación de un seguro de medicamentos, que se plantea en el marco del Acuerdo Nacional de Salud.

Por su parte, Juan Luis Castro, señaló que “hay gente que en la Comisión de Salud de la Cámara Baja que ha planteado una banda de precios que establezca un límite taxativo y termine con las distorsiones y precios excesivos. Pienso que no es absurdo plantearse la eliminación del IVA, pero eso depende si consideramos o no a los medicamentos como un bien esencial”.

Macaya también citó la incorporación de la farmacia digital y citó el ejemplo de Amazon que compró la compañía farmacéutica Pillpack y sostuvo que en nuestro país tiene que abrirse a este tipo de propuestas. “Hoy en día existen farmacias virtuales o digitales en el mundo y además es posible importar en forma directa distintos productos que en otros países hayan sido validados en su calidad y seguridad por la FDA u otras agencias”, dijo Macaya.

Al respecto, Castro precisó que si bien es bueno incorporar mecanismos tecnológicos o innovadores para mejorar la dispensación de medicamentos, advirtió que la venta por internet no tiene un marco regulatorio expreso, lo que supone un riesgo y es que las personas puedan acceder a cualquier producto sin receta. Además expresó su preocupación ante la posibilidad de que la nueva Ley de Fármacos “pueda borrar con el codo la bioequivalencia” y abogó por mantenerla.