Según el último estudio Nacional de Drogas del Senda, la prevalencia de consumo mensual de tabaco en adolescentes disminuyó de 41,3% en el 2005 a 24,9% en el 2015. No obstante, no sucede lo mismo en el caso de los adultos, donde el país sigue ocupando los primeros lugares en el ranking mundial de los más fumadores.

Esto, pese a que ha pasado una década desde que Chile suscribió el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para disminuir el tabaquismo en el mundo y de que diversos actores y expertos en el tema siguen alertando la preocupante realidad que vive nuestro país en este tema.

Al respecto, el médico y académico de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, Patricio Barriga, asegura que existe una deuda pendiente en la oferta de los servicios para dejar de fumar.

“No existe un programa de cesación del tabaquismo chileno, sólo existen iniciativas aisladas, donde destacan el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, el Hospital Sotero del Río y el Hospital del Tórax, por lo tanto, la deuda pendiente es enorme”, indicó el docente USS.

Añadió también el presidente de la Sociedad Chilena de Endocrinología Ginecológica (Socheg) que el Convenio Marco para el Control del Tabaco especifica un conjunto integral de medidas, basadas en evidencia, rentables y que alcanzan a toda la población, para afrontar la demanda y el suministro de productos del tabaco, incluido la oferta de servicios para dejar de fumar.

“Existe una clara guía para la toma de medidas efectivas para combatir esta epidemia como es el convenio CMCT de la OMS, primer tratado mundial de salud que Chile firmó y ratificó hace varios años. El hecho de acelerar la implementación del Convenio es reconocido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, adoptados por los gobiernos del mundo, entre ellos Chile en septiembre de 2015, el cual es una herramienta crítica para ayudar a lograr el bienestar de todos, en todas las edades”, indicó Barriga.

Cómo evitar el consumo precoz

Respecto a cómo se podría evitar el inicio del consumo precoz de cigarrillos en los niños, el doctor Barriga aseguró que por el momento y sobre la base de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), “los efectos son promisorios ya que según ha bajado la prevalencia de fumadores actuales de 42% a 40,6 % y aumentado la prevalencia de ex fumadores de 11,1% a 18,1% entre 2003 y 2009-2010.

Pese a este auspicio inicio, el académico agregó que “el Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas en Población General muestra que la prevalencia de consumo en población adulta se ha mantenido estable y la prevalencia de consumo en escolares de 12 a 18 años ha aumentado de 6,4% a 8,4% entre los años 2012 y 2014. Además se ha intensificado en el consumo promedio diario de cigarrillos y existe una alta prevalencia de dependencia a la nicotina reportado en fumadores diarios lo que se evidencia en la ENS”.

Según el docente USS, para hacer frente a esto es importantísimo que la autoridad de un impulso a la ley de tabaco actualmente en discusión en el Congreso, ya que así se generan hábitos saludables a temprana edad. “La disminución más eficaz está en aprobar la nueva ley de tabaco, ya que contempla la reducción total de la publicidad del tabaco a través de las cajetillas de cigarrillos genéricas. Existe un estudio en Chile que demuestra que estas cajetillas disminuyen en cinco veces el inicio del consumo de tabaco y aumentan en 6 veces las intenciones de dejar de fumar en escolares, por lo tanto, es trascendental que el gobierno le dé suma urgencia a la ley del tabaco que se encuentra en este momento en la comisión de salud de la Cámara de Diputados”.

El médico agregó que el consumo de tabaco además frena el desarrollo mediante el “incremento de los costos de atención médica y menor productividad. Además, es responsable de un gasto del 0.6 % del PIB de Chile. El tabaco también agrava las desigualdades de salud y exacerba la pobreza ya que la gente con menos recursos prioriza el gasto en tabaco en vez de en productos básicos como alimentos, educación y atención médica”.